Ya en el día 14 empezaba la primera verbena, a eso de la una de la mañana. ¿Y qué nos toca a los vecinos que no nos gustan este tipo de fiestas?, aguantarnos. Que "pa" eso es verano, como dice nuestro señor alcalde. ¿Y qué nos queda?, ponernos tapones en los oídos, y luego el don de la palabra. Me imagino que los mayores de la residencia lo habrán pasado fatal estos días pero igual les han dado dosis doble de somníferos. Porque hay una cosa que no me cuadra, y es que su director gerente se quejara en su día de la ropa tendida en las puertas de las vecinas y de esto no se diga nada, cuando la música apunta directa ahí con todos sus decibelios de potencia.
Porque ya lo he dicho alguna vez, las orquestas, con buena música o con música mediana no es lo malo. Lo malo viene cuando la orquesta se va, y quedan los monos dando una guerra infernal. Yo lo he solucionado este año, cerrando ventana y contraventana y poniéndome tapones en los oídos. Y listo.
Y pasa que en las fiestas todo se trastoca un poco más que en resto del año. Los jóvenes, en la plaza tiene todos los derechos, los mayores, los deberes, nada más. No se puede aparcar, nos han quitado los contenedores, que en días como estos venían bien, nos cierran las calles...
Esto de la plaza en fiestas es un submundo porque luego vas a salir y ya están las primeras señales, que este año se han visto aumentadas. Luego están los controles de alcolemia que estos días han debido hacer sus delicias, y en vista a eso los jóvenes viajan en autobuses o se quedan con sus colegas en sus casas. A todo se le puede poner remedio. Pero a todo no.
Porque ya lo he dicho alguna vez, las orquestas, con buena música o con música mediana no es lo malo. Lo malo viene cuando la orquesta se va, y quedan los monos dando una guerra infernal. Yo lo he solucionado este año, cerrando ventana y contraventana y poniéndome tapones en los oídos. Y listo.
Y pasa que en las fiestas todo se trastoca un poco más que en resto del año. Los jóvenes, en la plaza tiene todos los derechos, los mayores, los deberes, nada más. No se puede aparcar, nos han quitado los contenedores, que en días como estos venían bien, nos cierran las calles...
Esto de la plaza en fiestas es un submundo porque luego vas a salir y ya están las primeras señales, que este año se han visto aumentadas. Luego están los controles de alcolemia que estos días han debido hacer sus delicias, y en vista a eso los jóvenes viajan en autobuses o se quedan con sus colegas en sus casas. A todo se le puede poner remedio. Pero a todo no.