NOVIEMBRE
¡Ay del noble peregrino!
que se para a meditar,
después del largo camino
en el horror del llegar!,
¡Ay! del peregrino que cuenta los latidos como monedas y los vuelve a contar, ¡ay! de los días inciertos, del agua que no sacia, de los harapos del alma en niebla, ¡ay! del tiempo que maúlla sombras, ¡ay! de la vida, ¡ay! de la muerte cuando nadie responde.
María Jesús Jabato Saro
¡Ay del noble peregrino!
que se para a meditar,
después del largo camino
en el horror del llegar!,
¡Ay! del peregrino que cuenta los latidos como monedas y los vuelve a contar, ¡ay! de los días inciertos, del agua que no sacia, de los harapos del alma en niebla, ¡ay! del tiempo que maúlla sombras, ¡ay! de la vida, ¡ay! de la muerte cuando nadie responde.
María Jesús Jabato Saro