DICIEMBRE
Gozosos los peregrinos llegan a su meta. ¿Habrá llegado una familia numerosa francesa compuesta por un padre, una madre y muchos niños pequeños? Me sorprendieron un día en la plaza, desplegando todos sus ropajes, entre risas y quizás el llanto del más pequeño. Ahí se quedó todo. Hasta la tarde en que nos fuimos a coger las últimas nueces a Rabé, y justo nos los encontramos. Qué alegría y optimismo llevaban los papás felices de hacer el camino de Santiago con sus pequeñuelos.
Les llevamos al huerto a que cogieran nueces, y entonces nos contaron la historia. Estaba de vacaciones y como todavía hacía buen tiempo se pararían antes de llegar a Hornillos. Les dijimos que a poco camino había una fuente, la fuente de los peregrinos de Rabé de las Calzadas. Estupendo, nos dijo, allí pernoctaremos. Podían hacer los niños entre doce y quince kilómetros diarios. ¡Qué locura! El tiempo todavía era bueno pero las mañanas y las tardes, frías. La valentía y el esfuerzo no les habrán dejado de lado en todo este tiempo, y la meta... tan satisfechos de un camino nada cómodo pero elegido por los padres y con la bendición de sus hijos. Suerte pequeños grandes peregrinos.
Gozosos los peregrinos llegan a su meta. ¿Habrá llegado una familia numerosa francesa compuesta por un padre, una madre y muchos niños pequeños? Me sorprendieron un día en la plaza, desplegando todos sus ropajes, entre risas y quizás el llanto del más pequeño. Ahí se quedó todo. Hasta la tarde en que nos fuimos a coger las últimas nueces a Rabé, y justo nos los encontramos. Qué alegría y optimismo llevaban los papás felices de hacer el camino de Santiago con sus pequeñuelos.
Les llevamos al huerto a que cogieran nueces, y entonces nos contaron la historia. Estaba de vacaciones y como todavía hacía buen tiempo se pararían antes de llegar a Hornillos. Les dijimos que a poco camino había una fuente, la fuente de los peregrinos de Rabé de las Calzadas. Estupendo, nos dijo, allí pernoctaremos. Podían hacer los niños entre doce y quince kilómetros diarios. ¡Qué locura! El tiempo todavía era bueno pero las mañanas y las tardes, frías. La valentía y el esfuerzo no les habrán dejado de lado en todo este tiempo, y la meta... tan satisfechos de un camino nada cómodo pero elegido por los padres y con la bendición de sus hijos. Suerte pequeños grandes peregrinos.