FRUTO DE LA NIEVE
Querida nieve que dejaste
tus preciados copos al abrigo
de un amanecer que fue distinto
gracias a tus pasos atrevidos.
Lentamente, tu fértil descendencia
cubre valles, páramos, riscos y vegas
ahítas y sedientas que añoraban el agua
y las fertilizas con tu sola presencia
como una musa que incita al poema
fuiste generosa de bienes indulgentes.
Copo a copo y paso a paso te derramas
y retornas el agua candorosa de las fuentes.
Has esparcido miles de briznas,
de cristalitos blancos, llenos de vida
que renuevan la esperanza en la semilla
que deshecha la cáscara diluida y vacía.
Y brotará contigo hermoso cereal
acompañado de sutilles florecillas,
azules, entre verdes trigos y rojas amapolas;
transformando tierra yerta, en suave lozanía.
Carmen García
Querida nieve que dejaste
tus preciados copos al abrigo
de un amanecer que fue distinto
gracias a tus pasos atrevidos.
Lentamente, tu fértil descendencia
cubre valles, páramos, riscos y vegas
ahítas y sedientas que añoraban el agua
y las fertilizas con tu sola presencia
como una musa que incita al poema
fuiste generosa de bienes indulgentes.
Copo a copo y paso a paso te derramas
y retornas el agua candorosa de las fuentes.
Has esparcido miles de briznas,
de cristalitos blancos, llenos de vida
que renuevan la esperanza en la semilla
que deshecha la cáscara diluida y vacía.
Y brotará contigo hermoso cereal
acompañado de sutilles florecillas,
azules, entre verdes trigos y rojas amapolas;
transformando tierra yerta, en suave lozanía.
Carmen García
Yo misma me sorprendo cuando veo tanto y tanto como he escrito, y de todo. Cuando he visto esta foto, ni me acordaba de mi poema. Habéis de saber que un poeta, por malo que pueda ser, escribe con la verdad por delante, caiga quien caiga. No somos seres pusilánimes, debiluchos, alicortos. Volamos muy alto. Y tenemos el don de ser fuertes dentro de nuestras debilidades.