TARDAJOS: Aquí fui sin que me llamaran. Amenacé con rociar el...

Aquí fui sin que me llamaran. Amenacé con rociar el perfume del Chema por el salón de plenos, y ni me chistaron. Se temían que no era nada bueno. Con lo pijos que eran con el protocolo... Una, lo que pasa es que sabe poner las peras a cuarto a quien corresponda ponérselas.