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Ayer llegué a la conclusión que Mariano Díez Tobar, cuando ingresó en el Seminario de los Paúles cambió de familia, también. Aquí, su propia familia le perdió la pista, y él ya fue más de la Comunidad que de su propio pueblo. Se hizo de España, viajando para estudiar. Se hizo del mundo, donando su invento. Primero le enviaron a Sigüenza, y en cuanto se percataron de su gran valía, le llevaron a Madrid. Y a partir de ahí fue a sus siguientes destinos: a Murguía, a Villafranca del Bierzo... Precisamente en Villafranca del Bierzo le apreciaron en el alma, su alma inventora y docente; y le han hecho en su memoria un Museo de Ciencias Naturales como expliqué no hace tanto. Mariano alcanzó la dimensión vivenciana y se dio al mundo. Cierto es que al principio lo sepultaron en su comunidad su faceta inventora; pero luego los mismos compañeros le auparon y sacaron a flote su memoria. Si sabemos algo, se lo debemos a los Padres Paúles. El primero, el Padre Alonso, su biográfo; y después, Alfredo Herrera Nogal, su paisano que mucho le admiró, el Padre Marquina, y otros.
Si algo sabemos, a ellos se lo debemos puesto que ahí estaban sus escritos. Lo que la familia tiene es su genética, y sabiendo que puede haber gran valía, lo que cabe es fomentar el estudio y la ciencia. Por otra parte, eso sirve y vale para todos los que se quieran apoyar en el estudio. Todos pueden hacerlo. Lo importante es crear un buen ambiente de estudio, y hoy por hoy, no lo hay, en general. Si en particular, como en todos los sitios.
Ayer llegué a la conclusión que Mariano Díez Tobar, cuando ingresó en el Seminario de los Paúles cambió de familia, también. Aquí, su propia familia le perdió la pista, y él ya fue más de la Comunidad que de su propio pueblo. Se hizo de España, viajando para estudiar. Se hizo del mundo, donando su invento. Primero le enviaron a Sigüenza, y en cuanto se percataron de su gran valía, le llevaron a Madrid. Y a partir de ahí fue a sus siguientes destinos: a Murguía, a Villafranca del Bierzo... Precisamente en Villafranca del Bierzo le apreciaron en el alma, su alma inventora y docente; y le han hecho en su memoria un Museo de Ciencias Naturales como expliqué no hace tanto. Mariano alcanzó la dimensión vivenciana y se dio al mundo. Cierto es que al principio lo sepultaron en su comunidad su faceta inventora; pero luego los mismos compañeros le auparon y sacaron a flote su memoria. Si sabemos algo, se lo debemos a los Padres Paúles. El primero, el Padre Alonso, su biográfo; y después, Alfredo Herrera Nogal, su paisano que mucho le admiró, el Padre Marquina, y otros.
Si algo sabemos, a ellos se lo debemos puesto que ahí estaban sus escritos. Lo que la familia tiene es su genética, y sabiendo que puede haber gran valía, lo que cabe es fomentar el estudio y la ciencia. Por otra parte, eso sirve y vale para todos los que se quieran apoyar en el estudio. Todos pueden hacerlo. Lo importante es crear un buen ambiente de estudio, y hoy por hoy, no lo hay, en general. Si en particular, como en todos los sitios.