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TARDAJOS: EL ITINERARIO DE CHEMA O CHEMARI EN BUSCA DE AMIGOS...

EL ITINERARIO DE CHEMA O CHEMARI EN BUSCA DE AMIGOS
Le llega la crisis, y lo mandan da casa. Parte de Valladolid un buen día en sus fines de semana a buscar amigos que engatusar.

Él, de repente, empieza da maquinar que después de haber sido empleado y director de un banco, necesita un ascenso social. ¡Eureka! pensó, ¡Qué mejor que ser político!

Pues nada, a mi pueblo de vacaciones, que allí todavía deben ser algo rurales, y sin la educación exquisita que tengo yo. Así que a la conquista del dorado. ¡Ay mis amigos, "anda andarán"! Pues nada, en los libros del Juzgado, lo más seguro. Y hacia allí se encaminó a buscar amigos. Poquito a poco, pasito a pasito a conseguir introducirse en el mundillo, ayudando en las fiestas, inaugurando exposiciones - que de verdad nadie le invitó - que se zampó simplemente-
A contar personas en las familias para ser alcalde, de un o de otro bando. Y cuadró en C's y aquí lo tenemos.
Pero Tardajos es muy poco para su ambición, y ya su meta está en su lugar de origen, Valladolid, con toda la pompa. Por lo mucho que va haciendo aquí. Generar deudas y vender tierras que no son suyas... Y si el personal está contento, él superpagado.
Resumiendo, sale de Valladolid, se posa en Tardajos y vuelve al lugar de donde partió, tan ricamente. Y si te he visto ni me acuerdo. Ah sí, aquellos de Tardajos... Todavía tendréis que llevarle ricos presentes para que os reciba en audiencia, jamones, quesos y vinos... Y veré si puedo atenderos os dirá que la agenda la tendrá ya completa. Y como un favor personal puesto que le besáis de antemano los pies. Después todavía se lo tendréis que seguir agradeciendo tanto esmero en vuestras peticiones. Así era antes de que yo viniera aquí, y así nos ha ido a todos. ¿Y todavía no aprendemos? Pues la vida da muchas lecciones a quien no quiere aprender de otra manera. Eso os lo digo yo, que ya voy sabiendo algo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Debéis perdonarme que me entretenga tanto con mis propios escritos. Porque de tanto como escribo no llevo ya ni la cuenta y cuando lo vuelvo a leer me encanta como si no lo hubiera escrito yo. Me digo, ah, ya, Verania.
Lo bueno de los pueblos, por malos que sean es que todos nos conocemos por lo que hemos hecho anteriormente, y si llegamos a cambiar, pues lo notamos. Lo que pasa aquí, es que a parte de notarla hay quien lo anota, como yo. A modo de diario según se van sucediendo los hechos. Si ... (ver texto completo)