¡AIRES PARTICIPATIVOS EN TARDAJOS!
¡Las cosas que hay que oír en la prensa!
Así nos deleitaba en sus primeros pasos colocando un buzón del alcalde para recoger nuestras ideas, problemas y sugerencias, cuando muy pronto me di cuenta de que una falacia. Al igual que yo, otros, en la actualidad que comentaré.
Porque en un pueblo, la cercanía de un alcalde es primordial, por malo que sea, que al menos te puedas dirigir a él y te escuche, y no lance sobre tí cajas destempladas como ha sido el caso. Y eso de la cercanía, muy pronto, me di cuenta que era imposible en quien es un dictador nato.
Sugerencias, yo no, gracias, que si las tuve a bien hacer en los primeros momentos me encontré con un buen muro de cemento armado. Yo he tenido que recurrir a las secciones de denuncia de los periódicos y por necesidad.
Problemas de malas hierbas y cardos borriqueros en la denostada Báscula Municipal, que tanto alabó en tiempo pre electoral, y llegó a arremeter contra esos planes al entrar en el ayuntamiento.
Problemas de ratas callejeras, que sabiendo ya su predisposición a escuchar lo denuncié en el diario de Burgos en la sección de quejas.
El deteriorado Puente del Arzobispo, que el día que fueron sus correligionarios al puente de Sasamón bien pudieron hacerse también una foto en el citado puente. Que sepa que confluyeron el bar restaurante "Pececitos" y nuestro edil se quejaba que en su pueblo era muy atacado. Por algo será, seguro que pensaron muchos. Según trata, lo tratamos. En los pueblos los comentarios corren que vuelan.
Y ahora nos viene con glorias y aleluyas.
Yo sigo con la misma, sí, la plaza necesita arreglo, pero profundo, no como el que ha realizado en la Calle Real, que pudiendo haber renovado el alcantarillado no lo ha hecho y después de 57 años que lleva tal infraestructura. Y acusando al responsable, según el primer edil, al señor arquitecto municipal, porque el alcalde solo está para colgarse medallas y nada más. Lo malo que lo carguen los que trabajan para él. Sepan que no nos considera como ciudadanos sino como súbditos.
La calle Real que se sepa, que la subvención la consiguió el anterior alcalde, Santiago de la Torre, que ha hecho lo que la Junta le ha ordenado, hasta en las señales azules del Camino de Santiago, y con los Planes Provinciales de la Diputación de Burgos. También con los impuestos que pagamos los ciudadanos, y luego él va a contar lo importante que es su señoría dejando su impronta en la villa. En breve lo veremos publicado en los medios.
A ver si le condecoran en su partido y lo suben a los altares que pronto lo arruinará.
El pueblo, en general, está necesitado de una renovación del alcantarillado y solucionar de una vez por todas el problema de las ratas.
Justo un vecino, que todo se acaba sabiendo en los pueblos, recibió cajas destempladas por parte del señor Fernández cuando éste le habló del problema de las ratas en su barrio y dando la voz de alarma porque parecía un rebaño. " ¡Por Dios y por la Virgen!", me imagino que le dijo," este no es el momento más adecuado para comunicarme este problema, en el día de mi cumpleaños", el pasado 19 de marzo, festividad de San José. Así hoy que es 23 de marzo, será más idóneo. Y no tomes represalias contra él, que el pobre ni se ha quejado pero lo que se habla en las calles se oye, y luego lo cuentan chismosos o chismosas como yo. Porque es de ley que se sepan los problemas que si los sufrimos, existen y habrá que solucionarlos.
¿Podéis creer que una, sin ir a buscar la noticia, se la sirven en bandeja? pues eso me pasa, la gente me cuenta sus problemas, y yo los escribo. Cuando no, me piden ayuda y consejo en muchas cosas, y yo los atiendo lo mejor que sé.
Porque al señor alcalde le va más que se los comuniquen por escrito que en forma directa, privada y vecinal. Y así, todo el mundo acaba enterándose de la idiosincrasia de nuestro singular diputado provincial y alcalde de la villa tardajeña.
¿Veis? A la gente le pasa lo mismo que a mí. Al final nos tenemos que unir en buena vecindad para luchar por lo nuestro. Ya vamos muchos en tropel. Aunque seamos pocoos las voces visibles, y que lo sepa el público, por miedo a sus represalias, que a mi ningún miedo me dan. Que se atreva, que sabe donde encontrarme. Y sin embargo tuerce el morro cuando me ve. ¡Con lo solícito que era antes de ser nombrado alcalde!. Ni os podéis imaginar el cambió que ha dado. El poder se le ha subido a la cabeza. En Tardajos lo sabemos muy bien los que no somos de su partido o los que opinamos de distinta forma.
¡Las cosas que hay que oír en la prensa!
Así nos deleitaba en sus primeros pasos colocando un buzón del alcalde para recoger nuestras ideas, problemas y sugerencias, cuando muy pronto me di cuenta de que una falacia. Al igual que yo, otros, en la actualidad que comentaré.
Porque en un pueblo, la cercanía de un alcalde es primordial, por malo que sea, que al menos te puedas dirigir a él y te escuche, y no lance sobre tí cajas destempladas como ha sido el caso. Y eso de la cercanía, muy pronto, me di cuenta que era imposible en quien es un dictador nato.
Sugerencias, yo no, gracias, que si las tuve a bien hacer en los primeros momentos me encontré con un buen muro de cemento armado. Yo he tenido que recurrir a las secciones de denuncia de los periódicos y por necesidad.
Problemas de malas hierbas y cardos borriqueros en la denostada Báscula Municipal, que tanto alabó en tiempo pre electoral, y llegó a arremeter contra esos planes al entrar en el ayuntamiento.
Problemas de ratas callejeras, que sabiendo ya su predisposición a escuchar lo denuncié en el diario de Burgos en la sección de quejas.
El deteriorado Puente del Arzobispo, que el día que fueron sus correligionarios al puente de Sasamón bien pudieron hacerse también una foto en el citado puente. Que sepa que confluyeron el bar restaurante "Pececitos" y nuestro edil se quejaba que en su pueblo era muy atacado. Por algo será, seguro que pensaron muchos. Según trata, lo tratamos. En los pueblos los comentarios corren que vuelan.
Y ahora nos viene con glorias y aleluyas.
Yo sigo con la misma, sí, la plaza necesita arreglo, pero profundo, no como el que ha realizado en la Calle Real, que pudiendo haber renovado el alcantarillado no lo ha hecho y después de 57 años que lleva tal infraestructura. Y acusando al responsable, según el primer edil, al señor arquitecto municipal, porque el alcalde solo está para colgarse medallas y nada más. Lo malo que lo carguen los que trabajan para él. Sepan que no nos considera como ciudadanos sino como súbditos.
La calle Real que se sepa, que la subvención la consiguió el anterior alcalde, Santiago de la Torre, que ha hecho lo que la Junta le ha ordenado, hasta en las señales azules del Camino de Santiago, y con los Planes Provinciales de la Diputación de Burgos. También con los impuestos que pagamos los ciudadanos, y luego él va a contar lo importante que es su señoría dejando su impronta en la villa. En breve lo veremos publicado en los medios.
A ver si le condecoran en su partido y lo suben a los altares que pronto lo arruinará.
El pueblo, en general, está necesitado de una renovación del alcantarillado y solucionar de una vez por todas el problema de las ratas.
Justo un vecino, que todo se acaba sabiendo en los pueblos, recibió cajas destempladas por parte del señor Fernández cuando éste le habló del problema de las ratas en su barrio y dando la voz de alarma porque parecía un rebaño. " ¡Por Dios y por la Virgen!", me imagino que le dijo," este no es el momento más adecuado para comunicarme este problema, en el día de mi cumpleaños", el pasado 19 de marzo, festividad de San José. Así hoy que es 23 de marzo, será más idóneo. Y no tomes represalias contra él, que el pobre ni se ha quejado pero lo que se habla en las calles se oye, y luego lo cuentan chismosos o chismosas como yo. Porque es de ley que se sepan los problemas que si los sufrimos, existen y habrá que solucionarlos.
¿Podéis creer que una, sin ir a buscar la noticia, se la sirven en bandeja? pues eso me pasa, la gente me cuenta sus problemas, y yo los escribo. Cuando no, me piden ayuda y consejo en muchas cosas, y yo los atiendo lo mejor que sé.
Porque al señor alcalde le va más que se los comuniquen por escrito que en forma directa, privada y vecinal. Y así, todo el mundo acaba enterándose de la idiosincrasia de nuestro singular diputado provincial y alcalde de la villa tardajeña.
¿Veis? A la gente le pasa lo mismo que a mí. Al final nos tenemos que unir en buena vecindad para luchar por lo nuestro. Ya vamos muchos en tropel. Aunque seamos pocoos las voces visibles, y que lo sepa el público, por miedo a sus represalias, que a mi ningún miedo me dan. Que se atreva, que sabe donde encontrarme. Y sin embargo tuerce el morro cuando me ve. ¡Con lo solícito que era antes de ser nombrado alcalde!. Ni os podéis imaginar el cambió que ha dado. El poder se le ha subido a la cabeza. En Tardajos lo sabemos muy bien los que no somos de su partido o los que opinamos de distinta forma.