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Esta es una foto que muy bien puede ilustrar el suceso que me acaeció ayer, y que espero que no se vuelva a repetir. ¡Qué poco dados somos, ni siquiera al saludo! Y mira, sí, os tengo que decir, que Laura, que estuvo en el pleno extraordinario y luego en el ordinario, como yo, ahora ya está de buenas y si me ve me saluda. Otros salen a mi encuentro con caras avinagradas. ¡Pero hijos en qué país vivimos, que se puede hablar, y no tiene por qué pasar nada! Hay gente que sin embargo, mejor es que se queden callados pues lo que puede llegar a salir de sus bocas son amenazas y coacciones.
Flaquito favor que un padre le puede hacer a una hija, porque si la hija está yendo por el buen camino de la tolerancia, el padre, mejor que le pusieran un bozal para cuando sale al campo.
Yo iba tan tranquilita, habiendo cruzado la carretera y con mis músicas varias. Unas veces los ensayos de la coral, otras, los videos musicales que los amigos nos solemos enviar de vez en cuando. La próxima vez, pondré en marcha mi grabadora y a ver que me dicen algunos.
Como digo, iba yo por estos parajes en mi propio mundo musical cuando veo al tal Justino, y resulta que mi perrita Luna le hace carantoñas, sin saber con quien se las tenía la pobre. El Sami, pasa de largo y a lo suyo. Yo, que de lejos no veo bien y ayer no llevaba gafas ni de sol ni de ver, me topo con un tipo bien desagradable por lo que le puede oír rebuznar cuando pasó a mi lado y lo distinguí bien. Va y me ladra: "Como me muerdan tus perros, los mato, a ellos y a ti" Pero ¡santa madre de Dios!, ¿qué le han podido hacer a él mis preciosísimos perritos, tan educados, que solo se cagan en los campos, que les llamo como a Platero y vienen solícitos a que les ponga el collar, que en cuanto me ven salir al patio, bailan, que si les hablas, te responden en su lenguaje perruno y fiable?,
Yo sí que le dije al tal Justino, no temas que mis perros no muerden, pero son perros, animales de
compañía, a los que tengo muy bien cuidados, y caso de morder, respondería el seguro. Y vacunados, que ni la rabia te pueden contagiar, porque el que la tiene la expresa. Hay gente con la rabia dentro, y luego que teman a los perros que se la contagien.
¡Cuánto mejor que estas personas se apuntaran a hacer cualquier actividad de las que hay en el pueblo y empezaran a ver el lado amable de la vida! Se puede practicar gimnasia dejando los malos modos fuera y luego, al salir que se los lleven si quieren. Se puede cantar, bailar, aprender lo que sea, jugar a las cartas como hacen otros, pero ir por el campo a darse un paseo y luego tener que salir huyendo como un cobarde... Porque dio la casualidad que me encontré en el mismo camino con mi marido y le conté lo que me pasó, fue con el coche, y vio cómo se metió en casa de su "cuñao", y por más que le esperó para hablar con él, ni salió. ¿Entonces, por qué somos tan bocazas y a la vez tan cobardes? En fin que este no es de Tardajos, y mira que tiene un hermanísimo diputado, muy noble y muy servicial. Y cada uno, de un color.
Flaquito favor que un padre le puede hacer a una hija, porque si la hija está yendo por el buen camino de la tolerancia, el padre, mejor que le pusieran un bozal para cuando sale al campo.
Yo iba tan tranquilita, habiendo cruzado la carretera y con mis músicas varias. Unas veces los ensayos de la coral, otras, los videos musicales que los amigos nos solemos enviar de vez en cuando. La próxima vez, pondré en marcha mi grabadora y a ver que me dicen algunos.
Como digo, iba yo por estos parajes en mi propio mundo musical cuando veo al tal Justino, y resulta que mi perrita Luna le hace carantoñas, sin saber con quien se las tenía la pobre. El Sami, pasa de largo y a lo suyo. Yo, que de lejos no veo bien y ayer no llevaba gafas ni de sol ni de ver, me topo con un tipo bien desagradable por lo que le puede oír rebuznar cuando pasó a mi lado y lo distinguí bien. Va y me ladra: "Como me muerdan tus perros, los mato, a ellos y a ti" Pero ¡santa madre de Dios!, ¿qué le han podido hacer a él mis preciosísimos perritos, tan educados, que solo se cagan en los campos, que les llamo como a Platero y vienen solícitos a que les ponga el collar, que en cuanto me ven salir al patio, bailan, que si les hablas, te responden en su lenguaje perruno y fiable?,
Yo sí que le dije al tal Justino, no temas que mis perros no muerden, pero son perros, animales de
compañía, a los que tengo muy bien cuidados, y caso de morder, respondería el seguro. Y vacunados, que ni la rabia te pueden contagiar, porque el que la tiene la expresa. Hay gente con la rabia dentro, y luego que teman a los perros que se la contagien.
¡Cuánto mejor que estas personas se apuntaran a hacer cualquier actividad de las que hay en el pueblo y empezaran a ver el lado amable de la vida! Se puede practicar gimnasia dejando los malos modos fuera y luego, al salir que se los lleven si quieren. Se puede cantar, bailar, aprender lo que sea, jugar a las cartas como hacen otros, pero ir por el campo a darse un paseo y luego tener que salir huyendo como un cobarde... Porque dio la casualidad que me encontré en el mismo camino con mi marido y le conté lo que me pasó, fue con el coche, y vio cómo se metió en casa de su "cuñao", y por más que le esperó para hablar con él, ni salió. ¿Entonces, por qué somos tan bocazas y a la vez tan cobardes? En fin que este no es de Tardajos, y mira que tiene un hermanísimo diputado, muy noble y muy servicial. Y cada uno, de un color.