CONCLUYE EL SEÑOR OCTAVIO GRANADO
Éste es un mapa... esto es una fotocopia de un mapa elaborado por un estudio del Instituto Geotécnico Minero de España sobre el atlas geológico de la provincia de Burgos. Fíjense ustedes, Sus Señorías, toda esta parte que viene como enladrillada, todo esto son arcillas impermeables, aquí está la planta, donde acaban las arcillas impermeables y empiezan los suelos permeables, aquí está la planta.
Usted me dice: "estas plantas no las quiere nadie". Yo la quiero; los socialistas de Burgos la queremos. Y usted me dice: "no tenemos ubicación". En cualquier parte de este territorio, en cualquier parte de un territorio que sea impermeable. ¿Por qué no se ubica aquí? Porque está un poquito más lejos de la depuradora y, claro, en vez de pagar 1.000.000 ó 2.000.000 de pesetas de gasolina para los camiones, tendríamos que pagar 6 ó 7.000.000 de pesetas. Pero, señor Consejero, ¿se puede medir el gasto en gasolina del Ayuntamiento de Burgos por los ingresos hospitalarios en Tardajos?, ¿se puede medir el gasto en gasolina de la estación depuradora de aguas residuales de Burgos por la contaminación de los acuíferos de Tardajos?
Ustedes dicen en esta joya de la lámpara -que es esta evaluación simplificada de evaluación de impacto ambiental-: "se han tenido en cuenta los factores hidrológicos, de aguas superficiales y subterráneas". Le voy a volver a leer lo que dice la empresa. La empresa reconoce, en la documentación que ha presentado ante su Consejería -y lo reconoce muy claramente porque además no podía evitarlo- que hay dos manantiales que surten de agua a Tardajos y que están cerca de la empresa. Dice: "la población de Tardajos tiene su fuente de abastecimiento en una traída de aguas procedente de Burgos capital..." -que el Ayuntamiento de Burgos le cobra; ahora el Ayuntamiento de Tardajos ha presentado una reclamación, porque le ha cobrado hasta el agua que ha tenido que hacer uso del Ayuntamiento de Burgos durante los días posteriores a la contaminación- "... sin embargo, en épocas de estío, o cuando hay una demanda de consumo que así lo exige..." -en el último año, siempre, en el último año, siempre- "... toman las aguas de dos captaciones dispuestas para este fin en los acuíferos dos y tres".
El estudio planteado por la empresa dice literalmente: "como consecuencia, podemos afirmar que, tanto los manantiales número uno, número cuatro y el número tres, por ser un manantial eminentemente profundo, con una incorporación final del acuífero superficial, no habrán de sufrir alteración alguna en la calidad de sus aguas. Por contra, la captación denominada en el inventario como número dos..." -antes hablábamos de la número dos y la número tres-, "... construida mediante drenes horizontales y transversales al eje del valle, cuya cabecera se sitúa en nuestra zona de trabajo..." -cuya cabecera se sitúa en nuestra zona de trabajo- "... sí se verá afectada en la calidad de sus aguas, por drenar los flujos rápidos que puedan contener lixiviados procedentes de las instalaciones de estudio". Eso lo dice la empresa.
Es decir, la empresa, en sus estudios, reconoce que va a contaminar manantiales de los cuales se abastece el Ayuntamiento de Tardajos. Y ¿sabe usted por qué lo dice la empresa? No porque tenga un exceso de buena voluntad, sino porque la empresa ha tenido que solicitar que un técnico firme este papel; y el técnico, como es una persona responsable, ha tenido que determinar esto.
Y usted me dice ahora que lo que dice la empresa no es verdad, y que la verdad es que los suelos son impermeables; que la edafología es aceptable; que no va a haber contaminación de acuíferos y que, además, son éstas las razones que le mueven a usted a aceptar la ubicación de la planta. Y yo le digo a usted que falta a la verdad este informe. De la misma manera que usted me contestó con una media verdad -que es mucho peor que una mentira entera- el día dieciocho de julio del año noventa y seis. Porque usted el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis se amparó en que como la planta no era del Ayuntamiento de Burgos, era de SUFISA, para no contestarme. Y se negó a prever lo que luego ha sucedido.
Y ustedes, en su evaluación simplificada de impacto ambiental dan por buenas todas las argumentaciones de la empresa, que contradicen incluso los estudios técnicos que ha aportado la propia empresa a la Junta de Castilla y León. Y si usted, o los que le han preparado lo que usted nos ha leído, se hubieran tomado la molestia de leerse estos folios con el mismo detalle con el que lo han hecho mis compañeros de grupo de Concejales Socialistas del Ayuntamiento de Burgos -y yo mismo-, usted no podría decir aquí lo que ha dicho.
Porque de un estudio mínimamente somero, realizado por cualquier persona imparcial, que tenga un mínimo de objetividad, se desprende que esa planta está mal ubicada ahí; que esa planta puede estar perfectamente ubicada en cualquiera de los suelos impermeables que están unos pocos kilómetros más arriba. Que esa planta está ubicada ahí sólo por una razón estrictamente económica, y es la de ahorrar dinero en gasolina. Y, a cambio de esto, hemos puesto en peligro la salud de las personas.
Y, además, ¿sabe usted lo que más me duele de todo este asunto? Pues lo que más nos duele de todo este asunto es que ustedes han abusado de la buena fe de sus compañeros de Partido en el Ayuntamiento de Tardajos; que ustedes les han engañado; que ustedes les habían prometido que esto se iba a corregir; que si la planta no reunía condiciones, la planta iba a ser desmontada. Y, al final, usted les ha dicho que la planta va a reunir condiciones; y se lo ha dicho con una argumentación... -o se lo ha dicho el Delegado Territorial de la Junta, que me da igual, porque usted está representando al Gobierno Autónomo, como él lo representa en mi provincia-, con una argumentación que es falsa, utilizando los propios criterios de los técnicos de la empresa.
Porque, qué le podría decir yo si utilizáramos los criterios de los técnicos del Instituto Geotécnico Minero de España, que, en su atlas, hablando de la provincia de Burgos, ya determinaban posibles ubicaciones de plantas de esta naturaleza; y a los que ustedes, si hubieran hecho un mínimo caso -y son técnicos de un organismo oficial-, nunca hubieran colocado esa planta donde está.
Yo le pido que me diga si está usted dispuesto a sostener lo que dice la evaluación simplificada de impacto ambiental. Quiero oírle de su boca decir que la edafología es la adecuada, que la planta en un suelo impermeable; y, si no es así, explíqueme usted por qué ha aceptado esa ubicación, y no cuatro kilómetros más arriba, que los suelos ya son impermeables.
Quiero oírle decir que la pluviosidad y la climatología en esa zona son las más adecuadas; y me tendrá usted que explicar por qué dice eso y no lo contrario.
Quiero oírle decir que no se van a contaminar los acuíferos, que no se van a contaminar los acuíferos en función de los propios estudios realizados por la empresa.
Y a continuación quiero oírle decir por qué es más razonable tener que impermeabilizar con diez, doce o trece capas, y luego colocar barreras vegetales a una instalación que está muy cerca de Tardajos -y que esto ya está generando otros problemas, como son nubes de insectos y malos olores para el pueblo-, cuando hubiera sido mucho más razonable que esa planta se ubicara cuatro o cinco kilómetros más al norte, cuatro o cinco kilómetros más al norte de Tardajos, en un suelo impermeable -eso sí, cuatro o cinco kilómetros más lejos de la estación depuradora de aguas residuales de Burgos- y en una zona en la que, por suerte o por desgracia, en esta Castilla nuestra tan ancha, pues tampoco hay muchos núcleos de población.
Y quiero oírle decir por qué me contestó usted así el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis. Por qué no me dijo que iba a tomar las medidas necesarias para evitar la contaminación de la que yo hablaba en mayo. Por qué no las tomó, señor Consejero. Por qué, en suma, usted piensa que no es responsable de lo que ha sucedido en diciembre.
Lo que ha sucedido en diciembre no es sólo obra de la lluvia, es obra de los hombres: del Ayuntamiento de Burgos, que ha concedido una licencia ilegal; y al que ustedes no van a expedientar, van a expedientar a la empresa, para que luego la responsabilidad sea del Ayuntamiento y no pague nadie. Y es responsabilidad suya y del Consejero de Sanidad, que debieron tomar medidas que no tomaron. Y no las tomaron, porque entre Burgos y Tardajos, pues, lógicamente, ha podido más el interés de Burgos.
Y yo soy burgalés, de la ciudad de Burgos; pero, desde luego, yo quiero una planta de tratamiento de lodos para mi estación depuradora que no fastidie a nadie; siendo, además, tan cerca y tan posible que esto sea así. Y siendo, además, tan inevitablemente innecesario que tengan que pasar cosas con las que han pasado, que tenga usted que venirnos a contar las cosas que nos cuenta y que tenga yo que decirle lo que pienso.
Y, fíjese, señor Consejero, lamento si le he ofendido -no era mi intención-, pero me estoy mordiendo la lengua para no decirle lo que realmente pienso de este asunto.
Éste es un mapa... esto es una fotocopia de un mapa elaborado por un estudio del Instituto Geotécnico Minero de España sobre el atlas geológico de la provincia de Burgos. Fíjense ustedes, Sus Señorías, toda esta parte que viene como enladrillada, todo esto son arcillas impermeables, aquí está la planta, donde acaban las arcillas impermeables y empiezan los suelos permeables, aquí está la planta.
Usted me dice: "estas plantas no las quiere nadie". Yo la quiero; los socialistas de Burgos la queremos. Y usted me dice: "no tenemos ubicación". En cualquier parte de este territorio, en cualquier parte de un territorio que sea impermeable. ¿Por qué no se ubica aquí? Porque está un poquito más lejos de la depuradora y, claro, en vez de pagar 1.000.000 ó 2.000.000 de pesetas de gasolina para los camiones, tendríamos que pagar 6 ó 7.000.000 de pesetas. Pero, señor Consejero, ¿se puede medir el gasto en gasolina del Ayuntamiento de Burgos por los ingresos hospitalarios en Tardajos?, ¿se puede medir el gasto en gasolina de la estación depuradora de aguas residuales de Burgos por la contaminación de los acuíferos de Tardajos?
Ustedes dicen en esta joya de la lámpara -que es esta evaluación simplificada de evaluación de impacto ambiental-: "se han tenido en cuenta los factores hidrológicos, de aguas superficiales y subterráneas". Le voy a volver a leer lo que dice la empresa. La empresa reconoce, en la documentación que ha presentado ante su Consejería -y lo reconoce muy claramente porque además no podía evitarlo- que hay dos manantiales que surten de agua a Tardajos y que están cerca de la empresa. Dice: "la población de Tardajos tiene su fuente de abastecimiento en una traída de aguas procedente de Burgos capital..." -que el Ayuntamiento de Burgos le cobra; ahora el Ayuntamiento de Tardajos ha presentado una reclamación, porque le ha cobrado hasta el agua que ha tenido que hacer uso del Ayuntamiento de Burgos durante los días posteriores a la contaminación- "... sin embargo, en épocas de estío, o cuando hay una demanda de consumo que así lo exige..." -en el último año, siempre, en el último año, siempre- "... toman las aguas de dos captaciones dispuestas para este fin en los acuíferos dos y tres".
El estudio planteado por la empresa dice literalmente: "como consecuencia, podemos afirmar que, tanto los manantiales número uno, número cuatro y el número tres, por ser un manantial eminentemente profundo, con una incorporación final del acuífero superficial, no habrán de sufrir alteración alguna en la calidad de sus aguas. Por contra, la captación denominada en el inventario como número dos..." -antes hablábamos de la número dos y la número tres-, "... construida mediante drenes horizontales y transversales al eje del valle, cuya cabecera se sitúa en nuestra zona de trabajo..." -cuya cabecera se sitúa en nuestra zona de trabajo- "... sí se verá afectada en la calidad de sus aguas, por drenar los flujos rápidos que puedan contener lixiviados procedentes de las instalaciones de estudio". Eso lo dice la empresa.
Es decir, la empresa, en sus estudios, reconoce que va a contaminar manantiales de los cuales se abastece el Ayuntamiento de Tardajos. Y ¿sabe usted por qué lo dice la empresa? No porque tenga un exceso de buena voluntad, sino porque la empresa ha tenido que solicitar que un técnico firme este papel; y el técnico, como es una persona responsable, ha tenido que determinar esto.
Y usted me dice ahora que lo que dice la empresa no es verdad, y que la verdad es que los suelos son impermeables; que la edafología es aceptable; que no va a haber contaminación de acuíferos y que, además, son éstas las razones que le mueven a usted a aceptar la ubicación de la planta. Y yo le digo a usted que falta a la verdad este informe. De la misma manera que usted me contestó con una media verdad -que es mucho peor que una mentira entera- el día dieciocho de julio del año noventa y seis. Porque usted el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis se amparó en que como la planta no era del Ayuntamiento de Burgos, era de SUFISA, para no contestarme. Y se negó a prever lo que luego ha sucedido.
Y ustedes, en su evaluación simplificada de impacto ambiental dan por buenas todas las argumentaciones de la empresa, que contradicen incluso los estudios técnicos que ha aportado la propia empresa a la Junta de Castilla y León. Y si usted, o los que le han preparado lo que usted nos ha leído, se hubieran tomado la molestia de leerse estos folios con el mismo detalle con el que lo han hecho mis compañeros de grupo de Concejales Socialistas del Ayuntamiento de Burgos -y yo mismo-, usted no podría decir aquí lo que ha dicho.
Porque de un estudio mínimamente somero, realizado por cualquier persona imparcial, que tenga un mínimo de objetividad, se desprende que esa planta está mal ubicada ahí; que esa planta puede estar perfectamente ubicada en cualquiera de los suelos impermeables que están unos pocos kilómetros más arriba. Que esa planta está ubicada ahí sólo por una razón estrictamente económica, y es la de ahorrar dinero en gasolina. Y, a cambio de esto, hemos puesto en peligro la salud de las personas.
Y, además, ¿sabe usted lo que más me duele de todo este asunto? Pues lo que más nos duele de todo este asunto es que ustedes han abusado de la buena fe de sus compañeros de Partido en el Ayuntamiento de Tardajos; que ustedes les han engañado; que ustedes les habían prometido que esto se iba a corregir; que si la planta no reunía condiciones, la planta iba a ser desmontada. Y, al final, usted les ha dicho que la planta va a reunir condiciones; y se lo ha dicho con una argumentación... -o se lo ha dicho el Delegado Territorial de la Junta, que me da igual, porque usted está representando al Gobierno Autónomo, como él lo representa en mi provincia-, con una argumentación que es falsa, utilizando los propios criterios de los técnicos de la empresa.
Porque, qué le podría decir yo si utilizáramos los criterios de los técnicos del Instituto Geotécnico Minero de España, que, en su atlas, hablando de la provincia de Burgos, ya determinaban posibles ubicaciones de plantas de esta naturaleza; y a los que ustedes, si hubieran hecho un mínimo caso -y son técnicos de un organismo oficial-, nunca hubieran colocado esa planta donde está.
Yo le pido que me diga si está usted dispuesto a sostener lo que dice la evaluación simplificada de impacto ambiental. Quiero oírle de su boca decir que la edafología es la adecuada, que la planta en un suelo impermeable; y, si no es así, explíqueme usted por qué ha aceptado esa ubicación, y no cuatro kilómetros más arriba, que los suelos ya son impermeables.
Quiero oírle decir que la pluviosidad y la climatología en esa zona son las más adecuadas; y me tendrá usted que explicar por qué dice eso y no lo contrario.
Quiero oírle decir que no se van a contaminar los acuíferos, que no se van a contaminar los acuíferos en función de los propios estudios realizados por la empresa.
Y a continuación quiero oírle decir por qué es más razonable tener que impermeabilizar con diez, doce o trece capas, y luego colocar barreras vegetales a una instalación que está muy cerca de Tardajos -y que esto ya está generando otros problemas, como son nubes de insectos y malos olores para el pueblo-, cuando hubiera sido mucho más razonable que esa planta se ubicara cuatro o cinco kilómetros más al norte, cuatro o cinco kilómetros más al norte de Tardajos, en un suelo impermeable -eso sí, cuatro o cinco kilómetros más lejos de la estación depuradora de aguas residuales de Burgos- y en una zona en la que, por suerte o por desgracia, en esta Castilla nuestra tan ancha, pues tampoco hay muchos núcleos de población.
Y quiero oírle decir por qué me contestó usted así el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis. Por qué no me dijo que iba a tomar las medidas necesarias para evitar la contaminación de la que yo hablaba en mayo. Por qué no las tomó, señor Consejero. Por qué, en suma, usted piensa que no es responsable de lo que ha sucedido en diciembre.
Lo que ha sucedido en diciembre no es sólo obra de la lluvia, es obra de los hombres: del Ayuntamiento de Burgos, que ha concedido una licencia ilegal; y al que ustedes no van a expedientar, van a expedientar a la empresa, para que luego la responsabilidad sea del Ayuntamiento y no pague nadie. Y es responsabilidad suya y del Consejero de Sanidad, que debieron tomar medidas que no tomaron. Y no las tomaron, porque entre Burgos y Tardajos, pues, lógicamente, ha podido más el interés de Burgos.
Y yo soy burgalés, de la ciudad de Burgos; pero, desde luego, yo quiero una planta de tratamiento de lodos para mi estación depuradora que no fastidie a nadie; siendo, además, tan cerca y tan posible que esto sea así. Y siendo, además, tan inevitablemente innecesario que tengan que pasar cosas con las que han pasado, que tenga usted que venirnos a contar las cosas que nos cuenta y que tenga yo que decirle lo que pienso.
Y, fíjese, señor Consejero, lamento si le he ofendido -no era mi intención-, pero me estoy mordiendo la lengua para no decirle lo que realmente pienso de este asunto.