Nadie las quiere, y por algo será. Los de Pedrosa, en tiempo de los lodos de la planta que a nosotros nos colocaron, bien cerca de nosotros, y que tantos quebraderos de cabeza nos ocasionó, no lo querían ni que pasase por la
carretera siquiera. También escribí unos versos en ese sentido, catalogando a los pedrosinos bien listos, y mira cómo se han deshecho de ese proyecto que tenían para Marmellar, y los de Quintanadueñas para el
pueblo de su pedanía, Arroyal. Porque no lo quieren, ni lo quisieron
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