Ya queda poco, y eso que este texto parecía un día sin fin. Nos quedan dos intervenciones del PP. Ya puse el enlace aquí en su día pero lo dejé para que cada cual lo leyera del conjunto del orden del día que hubo en las Cortes de Castilla y León. Lo que queda, como digo, es una intervención del Señor Garabito, y otra, la última, del señor Consejero de Medio Ambiente. Así que, teniendo en cuenta que hoy ha amanecido de la misma manera que ayer anocheció, con mucha niebla, me voy de paseo por cualquiera de los muchos caminos que tenemos y con mis perros que son obedientes y muy agradecidos del tiempo que les dedico.
Era tan largo este texto que en facebook no lo dieron de paso. Aquí, completo, tampoco. Pero ahora, gracias a la foto y a los post que puede admitir, ya lo podré enlazar en facebook. Así si se puede. Y si alguien quisiera debatir, también. En aquella ocasión no llegamos a escribir en los medios ni cinco personas. Tan sólo se ve que debate el político profesional cuando es su turno. Por ejemplo, imaginemos que esto hubiera sucedido en otro pueblo distinto, y ahora mismo. Tendríamos a nuestro primer edil de debate, y si no él, si su portavoz, porque no hay derecho, porque tal o porque cual. Si esto lo digo es porque en la Diputación se defiende una cosa y luego en la práctica, por esos mismos ediles, en Tardajos no llega a aplicarse ni por el forro. No, para nada, y en numerosas ocasiones. Un ejemplo, queremos una ventanilla para la ciudadanía, para que presente quejas, o sus propias iniciativas, y qué pasa aquí, que ni siquiera funciona algo tan simple como el Ruegos y Preguntas para la Ciudadanía que quiera rogar, preguntar o sugerir.
Y como eso no hay yo gratis es como lo hago, y por mi cuenta sin que nada le cueste a nadie.
Sin embargo aquí ya empieza a haber brotes verdes porque hasta ahora qué poquitos se han mojado en la alcaldía para defender al pueblo. Muy escasos. Dos diría yo y con los actuales ya van cuatro. Lo malo de aquellos es que iban de uno en uno, y ni en sus propios partidos los apoyaron, es más, los traicionaron. Uno era del PSOE, y el otro de Tierra Comunera. Así las cosas funcionaron y puedo dar fe de ello porque muchas veces lo presencié. A uno, lo ignoraron completamente, a otro, lo despreciaron e incluso ridiculizaron en público, más eso no le importó y siguió adelante defendiendo lo que creía justo. Para hoy o mañana, el resto del debate, profesional, a que dio lugar nuestro desgraciado percance.
Era tan largo este texto que en facebook no lo dieron de paso. Aquí, completo, tampoco. Pero ahora, gracias a la foto y a los post que puede admitir, ya lo podré enlazar en facebook. Así si se puede. Y si alguien quisiera debatir, también. En aquella ocasión no llegamos a escribir en los medios ni cinco personas. Tan sólo se ve que debate el político profesional cuando es su turno. Por ejemplo, imaginemos que esto hubiera sucedido en otro pueblo distinto, y ahora mismo. Tendríamos a nuestro primer edil de debate, y si no él, si su portavoz, porque no hay derecho, porque tal o porque cual. Si esto lo digo es porque en la Diputación se defiende una cosa y luego en la práctica, por esos mismos ediles, en Tardajos no llega a aplicarse ni por el forro. No, para nada, y en numerosas ocasiones. Un ejemplo, queremos una ventanilla para la ciudadanía, para que presente quejas, o sus propias iniciativas, y qué pasa aquí, que ni siquiera funciona algo tan simple como el Ruegos y Preguntas para la Ciudadanía que quiera rogar, preguntar o sugerir.
Y como eso no hay yo gratis es como lo hago, y por mi cuenta sin que nada le cueste a nadie.
Sin embargo aquí ya empieza a haber brotes verdes porque hasta ahora qué poquitos se han mojado en la alcaldía para defender al pueblo. Muy escasos. Dos diría yo y con los actuales ya van cuatro. Lo malo de aquellos es que iban de uno en uno, y ni en sus propios partidos los apoyaron, es más, los traicionaron. Uno era del PSOE, y el otro de Tierra Comunera. Así las cosas funcionaron y puedo dar fe de ello porque muchas veces lo presencié. A uno, lo ignoraron completamente, a otro, lo despreciaron e incluso ridiculizaron en público, más eso no le importó y siguió adelante defendiendo lo que creía justo. Para hoy o mañana, el resto del debate, profesional, a que dio lugar nuestro desgraciado percance.