EL PARQUE INFANTIL DE TARDAJOS DESAHUCIADO
Corría el año 1997 cuando Tardajos no tenía columpios, tras los lodos. Los que vivíamos por aquel entonces no nos planteábamos que en Tardajos pudiera haber columpios hasta que llegó el desastre de los lodos y entonces empezamos a replanteamos todo. ¿Cómo es posible que en este pueblo no tengan los niños unos míseros columpios? Pues era verdad, no los había.
A nuestros hijos nos los llevábamos de paseo a Rabé, que aunque muy humildes los tenían, o a Villalbilla, y si no a Burgos, a Fuentes Blancas (Burgos).
Este solar había sido Juego de Bolos, pero para esa fecha estaba en total ruina y era habitado normalmente por animales como gallinas, ocas y patos. Servía a una vecina como tendedero y más bien parecía una escombrera que otra cosa. Era un solar de la Fundación Doña Dominica Angulo que sin cederlo oficialmente, el municipio lo usaba como juego de bolos.
Tras los lodos, lo cedieron al municipio para que pudieran adecentarlo, pudieran acondicionarlo como zona infantil y colocar por fin columpios, y entonces fue muy celebrado porque antes no los hubo nunca. Los únicos columpios, los caños de la fuente que más de uno los probaron de veras.
El cura párroco, Don Manuel, el alcalde, Raimundo y el juez municipal, Justo -que eran los patronos de esa fundación para Pobres de Doña dominica Angulo Herrera- decidieron cederlo al Ayuntamiento para que la habilitara como zona infantil. Y así continúa. No me cansé de decirlo a los cuatro vientos, ¡Qué miserables, que ni un columpio, siquiera.!
Los columpios que se ven en primera línea son los primeros que se pusieron, de hierro, que alguna vez protestaron algunos vecinos porque no estaban homologados. Al ayuntamiento, transcurridos unos años les costaba invertir en los niños, y aducían que eran normales y no los cambiaron. Más tarde pusieron otros que si eran homologados. Se ha limpiado algunas veces pero muy poco, es la verdad. Nunca se ha limpiado con el esmero y trabajo de la plaza Mayor.
Desde que está el alcalde actual, nunca, a pesar de que los vecinos han reclamado más limpieza. Y se da la circunstancia que hay unos vecinos con ganado, y quizás los vecinos cuando se quejaban del parque estaban en lo cierto, que ahí hay pulgas algunas veces. Ha recibido quejas al respecto y no las ha atendido.
El alcalde nuestro con el rigor con el que ha tratado al vecindario al prohibir lavar un coche en el pueblo, no ha prohibido a ese vecino sacar la basura a la puerta cada día. Que si eso no se puede evitar con un bando, como ha hecho con el tema de lavar los coches en la calle, igual podría haber adecentado el parque, colocado columpios nuevos, fumigado de vez en cuando hasta que el parque no hubiera caído en desuso. Si se hubiera preocupado. Es más fácil dejar caer todo
Aquí todo cae en desgracia. Hasta lo que está en perfecto uso. Los plataneros y la marquesina antigua que estaba mucho mejor que la moderna de ahora así cayeron.
En el 2016 tomé estas fotos de la marquesina, totalmente sucia, y después de mucho tiempo, mandó limpiarla. No era algo, que siendo tan riguroso en muchas cosas, sintiera como propias y por tanto tuviera que ordenar su limpieza. Por eso no le ha costado nada acabar con ella. Eso pasa porque están acostumbrados a manejar el dinero de todos, más las subvenciones que les dan, y todavía les parece poco.
Aquí es el mundo al revés, y lo viejo no es respetado, aunque esté en buenas condiciones, previo adecentamiento, claro. Hay cosas que no cambian nunca. Si nadie lo remedia volveremos a ver animales en el parque.
Corría el año 1997 cuando Tardajos no tenía columpios, tras los lodos. Los que vivíamos por aquel entonces no nos planteábamos que en Tardajos pudiera haber columpios hasta que llegó el desastre de los lodos y entonces empezamos a replanteamos todo. ¿Cómo es posible que en este pueblo no tengan los niños unos míseros columpios? Pues era verdad, no los había.
A nuestros hijos nos los llevábamos de paseo a Rabé, que aunque muy humildes los tenían, o a Villalbilla, y si no a Burgos, a Fuentes Blancas (Burgos).
Este solar había sido Juego de Bolos, pero para esa fecha estaba en total ruina y era habitado normalmente por animales como gallinas, ocas y patos. Servía a una vecina como tendedero y más bien parecía una escombrera que otra cosa. Era un solar de la Fundación Doña Dominica Angulo que sin cederlo oficialmente, el municipio lo usaba como juego de bolos.
Tras los lodos, lo cedieron al municipio para que pudieran adecentarlo, pudieran acondicionarlo como zona infantil y colocar por fin columpios, y entonces fue muy celebrado porque antes no los hubo nunca. Los únicos columpios, los caños de la fuente que más de uno los probaron de veras.
El cura párroco, Don Manuel, el alcalde, Raimundo y el juez municipal, Justo -que eran los patronos de esa fundación para Pobres de Doña dominica Angulo Herrera- decidieron cederlo al Ayuntamiento para que la habilitara como zona infantil. Y así continúa. No me cansé de decirlo a los cuatro vientos, ¡Qué miserables, que ni un columpio, siquiera.!
Los columpios que se ven en primera línea son los primeros que se pusieron, de hierro, que alguna vez protestaron algunos vecinos porque no estaban homologados. Al ayuntamiento, transcurridos unos años les costaba invertir en los niños, y aducían que eran normales y no los cambiaron. Más tarde pusieron otros que si eran homologados. Se ha limpiado algunas veces pero muy poco, es la verdad. Nunca se ha limpiado con el esmero y trabajo de la plaza Mayor.
Desde que está el alcalde actual, nunca, a pesar de que los vecinos han reclamado más limpieza. Y se da la circunstancia que hay unos vecinos con ganado, y quizás los vecinos cuando se quejaban del parque estaban en lo cierto, que ahí hay pulgas algunas veces. Ha recibido quejas al respecto y no las ha atendido.
El alcalde nuestro con el rigor con el que ha tratado al vecindario al prohibir lavar un coche en el pueblo, no ha prohibido a ese vecino sacar la basura a la puerta cada día. Que si eso no se puede evitar con un bando, como ha hecho con el tema de lavar los coches en la calle, igual podría haber adecentado el parque, colocado columpios nuevos, fumigado de vez en cuando hasta que el parque no hubiera caído en desuso. Si se hubiera preocupado. Es más fácil dejar caer todo
Aquí todo cae en desgracia. Hasta lo que está en perfecto uso. Los plataneros y la marquesina antigua que estaba mucho mejor que la moderna de ahora así cayeron.
En el 2016 tomé estas fotos de la marquesina, totalmente sucia, y después de mucho tiempo, mandó limpiarla. No era algo, que siendo tan riguroso en muchas cosas, sintiera como propias y por tanto tuviera que ordenar su limpieza. Por eso no le ha costado nada acabar con ella. Eso pasa porque están acostumbrados a manejar el dinero de todos, más las subvenciones que les dan, y todavía les parece poco.
Aquí es el mundo al revés, y lo viejo no es respetado, aunque esté en buenas condiciones, previo adecentamiento, claro. Hay cosas que no cambian nunca. Si nadie lo remedia volveremos a ver animales en el parque.