TARDAJOS: Hay ser palurdos para que no nos gusten los jardines...

Hay ser palurdos para que no nos gusten los jardines de chinitas, la parada de autobús que no proteje de nada y en la que no cabe casi nadie. ¿Para eso hace falta estudiar, para comprar ese mobiliario a una empresa que también fabrica papeleras para toda España? ¡Qué palurdos somos! No tenemos gusto porque nos gustan más los jardines de siempre, verdes y con flores como si son rosales, que dicho sea de paso apenas se tienen que cuidar. Y la fenomenal brecha de la carretera o barricada o borricada.
Hierro oxidado ya cuando lo han colocado y que cuesta un ojo de la cara. Pero estos palurdos, escriben. ¿Pero Dios, quien les ha dado vela en su propio entierro? Eso no pasaba en la dictadura que el señor alcalde o quien fuera una autoridad decía a callar. Y todos se callaban y le besaban los pies.