Prosigo, e informo, que de la misma manera que el señor abogado nos contó todo lo que fue recogiendo en el proceso, yo también lo iba escribiendo en el foro desde entonces. Y gratis, sin que el pueblo haya tenido que pagar nada por ello. Como desde el principio que ocurrió el caso. Mi intervención fue siempre positiva, y resulta que quien ocasionó serios gastos para el Ayuntamiento de Tardajos, siguen en la misma línea, pagando por tiempo indefinido. El motivo, ignorancia que bien cara nos está saliendo. Tanta fiesta pasa factura, no lo olvidéis porque entre borrachera y borrachera, se están lucrando mucho esta serie de personajes mediocres que nos asolan.
Hacen una carrera, estos hijitos de papá, que les montan hasta los despachos y se vienen aquí a soplarnos la pasta de mala manera. Que lo mismo la sopló a la Comunidad de Regantes, que a la Fundación Doña Dominica Angulo. Y unos honorarios que nos quitaron los sentidos siempre.
Hizo recuento el señor abogado, desde el 2011 en que Burgos nos estuvo jodiendo la vida a base de bien. Y para sacar tajada se encargó un informe olores, se escribieron cartas a todas las administraciones, se volvieron a recabar las firmas de los vecinos,... y muchas pruebas más que constan en el contencioso que no sirve para defender nada sino para cobrar una buena minuta por todo el trabajo realizado por este personajillo tan vivo y tan perfumado. Vino bien perfumado al pleno, el Dieguecillo, que yo decía, ya puedes pagarlo con nuestro sudor y sangre. Pero, una, convidada de piedra, se tuvo que callar. Mientras yo iba sudorosa, y eso que sudo poco, porque venía de hacer gimnasia del piso de abajo y bien frío que es. Y si seré fuerte, que ni agua necesité, ya que no iba ni prevenida siquiera. No iba a hablar.
Ya lo estudiaré mejor gracias a las nuevas tecnologías, según me aconsejó el señor alcalde, al acabar el pleno, y decirle que el proyecto de la plaza era una soberana chapuza que iba a destrozar una plaza tan hermosa como la que tenemos. Prosigo.
Resulta que entre tanto informe, ¡albricias!, el señor abogado se olvidó de los vecinos que sufrimos todo este entuerto y desgracia, en todos los tiempos. Porque el pueblo al que representaba no olía, ni padecía, ni sentía, no por tanto requería indemnización alguna. Los abajo firmantes, firmábamos en balde y en barbecho, nada más ya que no estábamos representados en el contencioso según nos explicó el listillo. Que tendríamos que haber sido nosotros los que hubiéramos denunciado el caso, y no el ayuntambiento como entidad.
¿Y para qué te contratamos si nada nos has defendido a los vecinos que si firmamos todo donde nos dijeron que había que firmar? Y los pueblos colindantes, esos que sí han podido defender sus intereses porque tienen unos ediles como Dios manda. Pedrosa del Río Urbel y Quintanadueñas que presentando unas alegaciones hechas por verdaderos abogados han evitado sendas plantas de lodos.
Hacen una carrera, estos hijitos de papá, que les montan hasta los despachos y se vienen aquí a soplarnos la pasta de mala manera. Que lo mismo la sopló a la Comunidad de Regantes, que a la Fundación Doña Dominica Angulo. Y unos honorarios que nos quitaron los sentidos siempre.
Hizo recuento el señor abogado, desde el 2011 en que Burgos nos estuvo jodiendo la vida a base de bien. Y para sacar tajada se encargó un informe olores, se escribieron cartas a todas las administraciones, se volvieron a recabar las firmas de los vecinos,... y muchas pruebas más que constan en el contencioso que no sirve para defender nada sino para cobrar una buena minuta por todo el trabajo realizado por este personajillo tan vivo y tan perfumado. Vino bien perfumado al pleno, el Dieguecillo, que yo decía, ya puedes pagarlo con nuestro sudor y sangre. Pero, una, convidada de piedra, se tuvo que callar. Mientras yo iba sudorosa, y eso que sudo poco, porque venía de hacer gimnasia del piso de abajo y bien frío que es. Y si seré fuerte, que ni agua necesité, ya que no iba ni prevenida siquiera. No iba a hablar.
Ya lo estudiaré mejor gracias a las nuevas tecnologías, según me aconsejó el señor alcalde, al acabar el pleno, y decirle que el proyecto de la plaza era una soberana chapuza que iba a destrozar una plaza tan hermosa como la que tenemos. Prosigo.
Resulta que entre tanto informe, ¡albricias!, el señor abogado se olvidó de los vecinos que sufrimos todo este entuerto y desgracia, en todos los tiempos. Porque el pueblo al que representaba no olía, ni padecía, ni sentía, no por tanto requería indemnización alguna. Los abajo firmantes, firmábamos en balde y en barbecho, nada más ya que no estábamos representados en el contencioso según nos explicó el listillo. Que tendríamos que haber sido nosotros los que hubiéramos denunciado el caso, y no el ayuntambiento como entidad.
¿Y para qué te contratamos si nada nos has defendido a los vecinos que si firmamos todo donde nos dijeron que había que firmar? Y los pueblos colindantes, esos que sí han podido defender sus intereses porque tienen unos ediles como Dios manda. Pedrosa del Río Urbel y Quintanadueñas que presentando unas alegaciones hechas por verdaderos abogados han evitado sendas plantas de lodos.