Ya supimos en este último pleno el coste de la casetilla ésta, y los gastos de jardinería. ¿Jardinería? Me gustaría que nuestras autoridades municipales, y en particular el equipo de gobierno, pudieran también poner precio a los fenomenales plataneros que arrancaron y la hermosa marquesina que derribaron, porque como sucede en Tardajos, y en especial en esta legislatura, es que no estaban en un sitio idóneo. Se tuvieron que ceñir a los planes de aquí que en realidad eran bocetos, y estos árboles y bonito edificio, realidades. Y ni siquiera se ciñeron al boceto, que se ve que innovaron a gusto del constructor, y para que sus cuentas todavía le cuadraran más. Ya llueve de nuevo, y por eso estoy aquí, porque si no habría ido a mi huerto a por tanto como hay que recoger, tanto como hay que quitar... malas hierbas, que si no, lo invaden todo. A mano, salen, después de la lluvia, de primera. Voy a subir las fotos del día de la visita del señor Arzobispo, y la bendición de la placa de nuestro genial Mariano Díez Tobar. Un lujo, tenerle ya entre nosotros de forma virtual y habiéndose honrado como se merecía desde hacía tiempo. En lo poco que hemos coincidido, la verdad. Y cada cual, con su versión de los hechos.