Es casualidad que esta noche haya soñado con la plaza, y que ahora haya visto mi propia imagen aquí. Casualidad que vea mis imágenes no es precisamente, porque una, previamente las ha subido después de haber hecho muchas más.
Voy a contar mi sueño porque no quiero que suceda. Dicen que si lo cuentas no se cumple y no quiero que se cumpla. Salí de mi casa y me fui a Burgos, y cuando volví ya no había apenas árboles en la plaza, los habían cortado casi todos. Bueno dejaron tres. ¿Pero y los abetos que no tenían enfermedad? los talaron también. No salía de mi asombro, ¿cómo es posible que algo así haya sucedido? La misma sensación que sentí al ver la marquesina destruida, los árboles plataneros, talados, y más tarde, arrancados de raíz. Escuché más cuentos chinos, que si los árboles estaban enfermos que si patatín que si patatán. Pero el caso ha sido claro. Nos hemos quedado sin marquesina auténtica y nos han puesto otra de pichiglás bien cara, con una cara de espanto.
Por eso no le gusta al señor alcalde que me dirija a él y le diga lo que pienso a la cara. No lo soportaría cuando él, desde que puso los pies en este ayuntamiento ha estado, con el dinero de todos construyéndose una imagen que no se corresponde con la realidad y el primer día que lo vi, se lo escribí en su muro. Había el clásico pelota que le decía, "Muy bien señor alcalde, yo quiero un alcalde así para mi pueblo, el mejor alcalde de España, sí señor, con tres pares... " Más o menos. Y yo que lo leí me dije que había que dar la versión del pueblo y no la del forastero que ni lo ha pisado en su vida. Dicho y hecho, lo hice y primero ocultó mi comentario, y luego lo que se sabe, que me bloqueó por decir mis opiniones a la vista de todo el mundo. Lo hago, de hecho digo lo que pienso en este foro y desde entonces. Porque siempre lo hice, y cuando hablaba y criticaba de otros, el que ahora nos gobierna se relamía de gusto pues tenía sus propios planes para gobernar. Dando palmaditas y aplaudiendo a mis escritos cuando él no era quien mandaba en el pueblo. Pudo dar buenos consejos entonces, pero no interesaba pues lo mejor era que fracasasen para alzarse él con el poder como sucedió.
Voy a contar mi sueño porque no quiero que suceda. Dicen que si lo cuentas no se cumple y no quiero que se cumpla. Salí de mi casa y me fui a Burgos, y cuando volví ya no había apenas árboles en la plaza, los habían cortado casi todos. Bueno dejaron tres. ¿Pero y los abetos que no tenían enfermedad? los talaron también. No salía de mi asombro, ¿cómo es posible que algo así haya sucedido? La misma sensación que sentí al ver la marquesina destruida, los árboles plataneros, talados, y más tarde, arrancados de raíz. Escuché más cuentos chinos, que si los árboles estaban enfermos que si patatín que si patatán. Pero el caso ha sido claro. Nos hemos quedado sin marquesina auténtica y nos han puesto otra de pichiglás bien cara, con una cara de espanto.
Por eso no le gusta al señor alcalde que me dirija a él y le diga lo que pienso a la cara. No lo soportaría cuando él, desde que puso los pies en este ayuntamiento ha estado, con el dinero de todos construyéndose una imagen que no se corresponde con la realidad y el primer día que lo vi, se lo escribí en su muro. Había el clásico pelota que le decía, "Muy bien señor alcalde, yo quiero un alcalde así para mi pueblo, el mejor alcalde de España, sí señor, con tres pares... " Más o menos. Y yo que lo leí me dije que había que dar la versión del pueblo y no la del forastero que ni lo ha pisado en su vida. Dicho y hecho, lo hice y primero ocultó mi comentario, y luego lo que se sabe, que me bloqueó por decir mis opiniones a la vista de todo el mundo. Lo hago, de hecho digo lo que pienso en este foro y desde entonces. Porque siempre lo hice, y cuando hablaba y criticaba de otros, el que ahora nos gobierna se relamía de gusto pues tenía sus propios planes para gobernar. Dando palmaditas y aplaudiendo a mis escritos cuando él no era quien mandaba en el pueblo. Pudo dar buenos consejos entonces, pero no interesaba pues lo mejor era que fracasasen para alzarse él con el poder como sucedió.