Eso sí, os dejo con estas suculentas paellas que se comieron en el campo de fútbol del Tardajos los socios de la Escuela de Fútbol, como fin de temporada. A celebrar el curso y a pasarlo estupendamente porque el tiempo acompañó. Les dieron las doce y tan contentos disfrutando de la amistad, del compañerismo y de los buenos pases y goles que meten en campo contrario, y que les hacen, algunas veces ganar partidos deportivamente como es de ley que suceda. Gana el mejor porque mete más goles; otras veces sucede lo contrario, se pierde. Así es la vida como un partido de fútbol que unas veces se gana y otras se pierde pero con alegría y deportividad. Atendiendo a las reglas del juego, y nada más. Feliz tarde de martes y nos vemos en breve. Cuando pueda atender estos trabajitos que me busco yo solita. Que nadie me manda, que muchos ya quisieran que no me diera tantas tareas, lo sé, y lo siento porque si lo hago es porque disfruto, y nada más.