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Yo soy de otra pasta, de eso estoy muy segura.
Ayer en el pleno, que no lo voy a decir, me dijo Roberto al salir algo personal de alguien. ¿No te das cuanta que se le está muriendo su madre? Sobraba, porque ni un gesto hice para que hubiera resultado indecorosa mi muda presencia.
Y yo, que soy de otra pasta, ¡A mí se me ha muerto mi hermana! ¿Yo no soy digna de compasión? Ni flores, me dijo al respecto. Gracias a que yo las cultivo y tengo para todos mis muertos y los de mi familia.
Sí me dijo, que alguna vez por mi boca habían salido palabras no decorosas, tratándose de mi, una mujer ¡tan educada! en un pleno antediluviano, de más de dos años... Esas palabras no emitidas a viva voz, resulta que simplemente por mis gesticulaciones las adivinaron... Son de una inteligencia suprema. Que ese día me amordazó el alcalde aunque Roberto me increpara desde su mesa presidencial y no pude ni explicarme como hubiera querido.
Lo confieso, si me pisan, me hieren, o a los míos, contesto lo que sea menester e incluso puedo hasta morderme la lengua a capricho. Pues como le pasa a todo el mundo.
Yo, es que a estas alturas ya soy huérfana de padre y madre. Y hubiera querido pasar página pero algunos se empeñan en que siga recordando como fue y como pasó aquello.
Y como no tengo pelos en la lengua lo voy a refrescar. El día que la Peña proyectó la película de" Peter Pan", con el proyector ganado en el concurso de "Mi pueblo es el mejor", fue tan impactante, que no lo puedo olvidar, y más si me siguen recordando que eso que ahora le pasa a alguno, eso mismo me estaba pasando a mí también. Yo era de otra pasta, y claro que a mi me pasara no tenía la mínima importancia. Les pillaba a muchos y a muchas muy lejos, puertas afuera de sus casas. Porque si ahora no tiene importancia, tan reciente, el fallecimiento de mi hermana, y diciéndoselo a la cara, ¿la iba a tener entonces.?
De película en película he sobrevivido, aquí, y de milagro. Lo que no te mata, más fuerte te hace. Visto y comprobado. ¿Cómo fueron capaces de culpar a un niño por sus negligencias, por el mal tiempo y por no saber poner bien los cables que iban del polideportivo al chamizo de los chavales, y dentro del patio escolar? aún me lo sigo preguntando. Y yo a defenderme, a protegerme, a curarme y a curarlo... Entonces en silencio, dentro de lo posible, escribiendo para mi y para los míos en completa intimidad. Pero diciendo a la cara y sin tapujos sus malas acciones con respecto a nosotros. Daña mucho que a uno o a una lo acusen injustamente, y más en edades muy tiernas. Con el tiempo crea callo, no lo dudéis.
Al poco de aquello, cuestión de días mi madre falleció también porque estaba muy enferma y cuando llega la hora no hay edades que valgan. Lo que podía escribir, "La magia de las Semillas", lo seguí publicando en Diario de Burgos.
Me duele que quien nada ha sufrido venga a ser el vencedor y el bendecido de todo este cotarro. ¿Por su buen hacer o por su mucho obedecer a los gerifaltes y a muchas mentiras contadas? Y las que quedan por contar de esta casta que nos malgobierna. Hay mucha miga, pero una por una las iré desgranando. Ni lo dudéis.
Ayer en el pleno, que no lo voy a decir, me dijo Roberto al salir algo personal de alguien. ¿No te das cuanta que se le está muriendo su madre? Sobraba, porque ni un gesto hice para que hubiera resultado indecorosa mi muda presencia.
Y yo, que soy de otra pasta, ¡A mí se me ha muerto mi hermana! ¿Yo no soy digna de compasión? Ni flores, me dijo al respecto. Gracias a que yo las cultivo y tengo para todos mis muertos y los de mi familia.
Sí me dijo, que alguna vez por mi boca habían salido palabras no decorosas, tratándose de mi, una mujer ¡tan educada! en un pleno antediluviano, de más de dos años... Esas palabras no emitidas a viva voz, resulta que simplemente por mis gesticulaciones las adivinaron... Son de una inteligencia suprema. Que ese día me amordazó el alcalde aunque Roberto me increpara desde su mesa presidencial y no pude ni explicarme como hubiera querido.
Lo confieso, si me pisan, me hieren, o a los míos, contesto lo que sea menester e incluso puedo hasta morderme la lengua a capricho. Pues como le pasa a todo el mundo.
Yo, es que a estas alturas ya soy huérfana de padre y madre. Y hubiera querido pasar página pero algunos se empeñan en que siga recordando como fue y como pasó aquello.
Y como no tengo pelos en la lengua lo voy a refrescar. El día que la Peña proyectó la película de" Peter Pan", con el proyector ganado en el concurso de "Mi pueblo es el mejor", fue tan impactante, que no lo puedo olvidar, y más si me siguen recordando que eso que ahora le pasa a alguno, eso mismo me estaba pasando a mí también. Yo era de otra pasta, y claro que a mi me pasara no tenía la mínima importancia. Les pillaba a muchos y a muchas muy lejos, puertas afuera de sus casas. Porque si ahora no tiene importancia, tan reciente, el fallecimiento de mi hermana, y diciéndoselo a la cara, ¿la iba a tener entonces.?
De película en película he sobrevivido, aquí, y de milagro. Lo que no te mata, más fuerte te hace. Visto y comprobado. ¿Cómo fueron capaces de culpar a un niño por sus negligencias, por el mal tiempo y por no saber poner bien los cables que iban del polideportivo al chamizo de los chavales, y dentro del patio escolar? aún me lo sigo preguntando. Y yo a defenderme, a protegerme, a curarme y a curarlo... Entonces en silencio, dentro de lo posible, escribiendo para mi y para los míos en completa intimidad. Pero diciendo a la cara y sin tapujos sus malas acciones con respecto a nosotros. Daña mucho que a uno o a una lo acusen injustamente, y más en edades muy tiernas. Con el tiempo crea callo, no lo dudéis.
Al poco de aquello, cuestión de días mi madre falleció también porque estaba muy enferma y cuando llega la hora no hay edades que valgan. Lo que podía escribir, "La magia de las Semillas", lo seguí publicando en Diario de Burgos.
Me duele que quien nada ha sufrido venga a ser el vencedor y el bendecido de todo este cotarro. ¿Por su buen hacer o por su mucho obedecer a los gerifaltes y a muchas mentiras contadas? Y las que quedan por contar de esta casta que nos malgobierna. Hay mucha miga, pero una por una las iré desgranando. Ni lo dudéis.