Tuve que improvisar por carecer de todos los ingredientes. Y a pesar de ello, compaginando los que se pueden añadir y son similares, me salió buenísima con un toque especial que debo apuntar en mi receta particular. Si se pone voluntad se hace lo que se quiere hacer, que a veces puede fallar pero teniendo experiencia se solventan los problemas.
Cuando no hay voluntad, ni te pones siquiera. Empiezas a pensar, me falta esto y lo otro, nada, lo dejo.
Hoy una sorpresa, no os lo vais a creer, pero sí, vuelve a haber pleno y esta vez es para ir en contra de una asociación, de la de los cazadores y para intentar arrebatarles el coto. Lo que sea sonará, el texto del pleno está subido.
Será para las 12:00, y lo sabe la gente. Lo que no se sabe es si está convocado en tiempo y forma, porque me han dicho que no, que ha sido muy precipitado y que se da el caso que hay concejales que no podrán asistir por estar trabajando. Y la hora es muy complicada para que vaya gente. ¡A las 12!
Claro que el alcalde quiere matar dos pájaros de un tiro. El pleno, que vaya el que pueda y el que no, mejor; y luego el ágape de turroncillos, para los trabajadores del ayuntamiento y concejales. Una de cal y otra de arena. Y veremos cómo se solventa, cómo se resuelve, y que Dios reparta suertes porque aquí ya no queda si no ponerse en manos del creador.
Faltando la voluntad, nada que se pueda tratar de llegar a un acuerdo.
Cuando no hay voluntad, ni te pones siquiera. Empiezas a pensar, me falta esto y lo otro, nada, lo dejo.
Hoy una sorpresa, no os lo vais a creer, pero sí, vuelve a haber pleno y esta vez es para ir en contra de una asociación, de la de los cazadores y para intentar arrebatarles el coto. Lo que sea sonará, el texto del pleno está subido.
Será para las 12:00, y lo sabe la gente. Lo que no se sabe es si está convocado en tiempo y forma, porque me han dicho que no, que ha sido muy precipitado y que se da el caso que hay concejales que no podrán asistir por estar trabajando. Y la hora es muy complicada para que vaya gente. ¡A las 12!
Claro que el alcalde quiere matar dos pájaros de un tiro. El pleno, que vaya el que pueda y el que no, mejor; y luego el ágape de turroncillos, para los trabajadores del ayuntamiento y concejales. Una de cal y otra de arena. Y veremos cómo se solventa, cómo se resuelve, y que Dios reparta suertes porque aquí ya no queda si no ponerse en manos del creador.
Faltando la voluntad, nada que se pueda tratar de llegar a un acuerdo.