¡Todo ha cambiado tanto, que a saber dónde está la paz en estos momentos!. Antes de proseguir con el pleno, quiero subir fotos, que lo prometí en su día y hay algunas bien interesantes. Hubo mucha paz hace 30 años, en que nadie se quejaba por nada. Y quizás fuera una paz ficticia, incluso por desconocimiento. Y ahí, yo, la nota discordante. El verso suelto porque este no era mi pueblo, ni se parecía en nada de los que yo venía. De los Caminos del Cid, y sin enterarme hasta que no vine aquí, y vi el Camino del Cid en bicicleta del pueblo donde tanto jugué y fui feliz a ratos. Muchísimos ratos, la verdad. En que me sentía aceptada jugando a cualquier cosa.
Y puedo retrotraerme, no a 30 años, sino a 36. Porque me casé en marzo y en agosto ya estábamos aquí empadronados. Con un frío de mil diablos que ni el moreno que traía de la playa lo podía lucir.
Mucha soledad encontré, la verdad, y menos mal que tenía una vecina que compartía conmigo lo mismo. Había otras mujeres en nuestra misma situación, pero hacían piña entre ellas...
Paseábamos, tejíamos, y nos enseñábamos muchas cosas; más ella a mí. A conservar de todo: tomate, mermelada, principalmente. Pimientos rojos aún no, porque al no tener vallado el huerto nunca se ponían rojos. Así eran verdes y pequeños. Nuestros niños jugaban en la plaza y nosotras los acompañábamos. Tenemos fotos con sus coches, ticiclos y cuántas meriendas que se comieron ahí.
Hasta no ir al colegio, no socializaron. Al poco tiempo mi amiga se fue a Rabé y yo me quedé aquí. Ya empecé a hacer migas con algunas.
Lo que después nos llevó a la brecha fueron los lodos. Aquello ya destruyó mucho de lo que se había estado construyendo poco a poco.
Bueno es que hubo cosas antes que no podía compartir, como que tu hijo fuera a bailar y de pronto, un día llegara con papeletas; y no me gustó ni un pelo que a los padres se nos dijera nada sobre ello. La consigna era que había que apencar, te gustara o no. Y yo me rebelé, y dije que así ni por esas lo iba a aceptar. Y conmigo, otras madres. Al final nos dieron la razón pero a regañadientes, sin convencimiento.
Pagar una mutua voluntaria al médico y al practicante fue algo que nosotros nunca hicimos. Y te miraban con el rabillo del ojo, cuando venían a casa a cobrar. Que yo no. Mi suegra, sí.
Y los lodos me pusieron en pie y a decir lo que yo creía que tenía que decir. Y lo dije. Justo lo que no decían otros y hacían...
Luego tiempo de calma hasta que llegó la hora de Democracia Nacional. Porque en el tiempo pre electoral, me tocó pasar muchos disgustos. A ver, ellos querían mandar y a mí me veían como una amenaza. Y chocamos grandemente, porque mal que fueran a por mí pero todavía indagaron más adentro, en alguien que no se podía defender.
Mientras yo estaba ahí de juez de paz, de administrativa, al tanto del juzgado, y de cada papel que entraba o salía. Los concejales dejaban el puesto y veía pasar a otros.
Cuando has visto tanto, sabes bien por dónde van los tiros.
Y Lo único que digo, es que Democracia Nacional dejó de existir, y los mismos que hubo en aquellas primeras listas, son algunos de los que hoy perviven. Laura, es una de ellos.
Así que cuando Laura echa tanto en cara a los anteriores, quizás ni se acuerde que justo aquel partido por el que ella se presentaba y no salió, pues salieron únicamente dos de esa lista,
fueron los que afianzaron al partido que tantas críticas se lleva ahora.
Y da la casualidad que una siempre criticó a los anteriores. E incluso con Raimundo, de cara, pudo oír lo que le echaba en cara cuando trajeron algunos niños la tunning, por tanto como me molestaron... y por tanto como se destrozaba a lo tonto y no se arreglaba nada en el colegio.
Me dio la oportunidad de hacer algo por el pueblo. Poner en orden los papeles, colaborar en actividades culturales, etc... Incluso, deportivas en el colegio. Así, según algunos yo era como cómplice. Ojalá hubiera habido más gente como yo defendiendo el pueblo, en ver de apencar con todo por una calderilla. Por un vino, o porque se dejaban convencer. Y los que más se arrastraron siempre, son los que ahora protestan, más, de los anteriores. Uña y carne eran, hasta que formaron ya el partido de CIUDADANOS, y si te he visto no me acuerdo. Si he firmado, si he bebido vinos a vuestra costa, ni acordarse ya. Algún pacto debió haber con el cambio de vara municipal. El PP se quedó con dos, los más jóvenes; y Chema, que era parte indivisible de Santi, que le podría haber aconsejado mejor, la verdad. No le interesaba dar consejos sino pasar al mundillo político. Hay que buscar los orígenes y así, ver cómo efectivamente, mientras que mandó el PSOE, nunca hizo oposición en grupo, sólo uno. Tierra Comunera, solo úno. Democracia Nacional, era equipo de gobierno. Y cuando únicamente se ha visto oposición ha sido en el anterior mandato. A dos que les dejan solos, y me parecía que estaban en desventaja. Como encima, desde el primer día, que dije lo que pensaba al respecto, y lo escribí, me echaron los perros, seguí escribiendo con más ahínco, que si antes no me informaba nadie, después me informaron ellos. Al principio, porque luego no necesitaba que nadie me informara sino yo de primera mano, oía y escribía lo que se decía. Así os puedo decir, 30, años... para nada, yo aquí ya llevaré 36 en agosto.
Y puedo retrotraerme, no a 30 años, sino a 36. Porque me casé en marzo y en agosto ya estábamos aquí empadronados. Con un frío de mil diablos que ni el moreno que traía de la playa lo podía lucir.
Mucha soledad encontré, la verdad, y menos mal que tenía una vecina que compartía conmigo lo mismo. Había otras mujeres en nuestra misma situación, pero hacían piña entre ellas...
Paseábamos, tejíamos, y nos enseñábamos muchas cosas; más ella a mí. A conservar de todo: tomate, mermelada, principalmente. Pimientos rojos aún no, porque al no tener vallado el huerto nunca se ponían rojos. Así eran verdes y pequeños. Nuestros niños jugaban en la plaza y nosotras los acompañábamos. Tenemos fotos con sus coches, ticiclos y cuántas meriendas que se comieron ahí.
Hasta no ir al colegio, no socializaron. Al poco tiempo mi amiga se fue a Rabé y yo me quedé aquí. Ya empecé a hacer migas con algunas.
Lo que después nos llevó a la brecha fueron los lodos. Aquello ya destruyó mucho de lo que se había estado construyendo poco a poco.
Bueno es que hubo cosas antes que no podía compartir, como que tu hijo fuera a bailar y de pronto, un día llegara con papeletas; y no me gustó ni un pelo que a los padres se nos dijera nada sobre ello. La consigna era que había que apencar, te gustara o no. Y yo me rebelé, y dije que así ni por esas lo iba a aceptar. Y conmigo, otras madres. Al final nos dieron la razón pero a regañadientes, sin convencimiento.
Pagar una mutua voluntaria al médico y al practicante fue algo que nosotros nunca hicimos. Y te miraban con el rabillo del ojo, cuando venían a casa a cobrar. Que yo no. Mi suegra, sí.
Y los lodos me pusieron en pie y a decir lo que yo creía que tenía que decir. Y lo dije. Justo lo que no decían otros y hacían...
Luego tiempo de calma hasta que llegó la hora de Democracia Nacional. Porque en el tiempo pre electoral, me tocó pasar muchos disgustos. A ver, ellos querían mandar y a mí me veían como una amenaza. Y chocamos grandemente, porque mal que fueran a por mí pero todavía indagaron más adentro, en alguien que no se podía defender.
Mientras yo estaba ahí de juez de paz, de administrativa, al tanto del juzgado, y de cada papel que entraba o salía. Los concejales dejaban el puesto y veía pasar a otros.
Cuando has visto tanto, sabes bien por dónde van los tiros.
Y Lo único que digo, es que Democracia Nacional dejó de existir, y los mismos que hubo en aquellas primeras listas, son algunos de los que hoy perviven. Laura, es una de ellos.
Así que cuando Laura echa tanto en cara a los anteriores, quizás ni se acuerde que justo aquel partido por el que ella se presentaba y no salió, pues salieron únicamente dos de esa lista,
fueron los que afianzaron al partido que tantas críticas se lleva ahora.
Y da la casualidad que una siempre criticó a los anteriores. E incluso con Raimundo, de cara, pudo oír lo que le echaba en cara cuando trajeron algunos niños la tunning, por tanto como me molestaron... y por tanto como se destrozaba a lo tonto y no se arreglaba nada en el colegio.
Me dio la oportunidad de hacer algo por el pueblo. Poner en orden los papeles, colaborar en actividades culturales, etc... Incluso, deportivas en el colegio. Así, según algunos yo era como cómplice. Ojalá hubiera habido más gente como yo defendiendo el pueblo, en ver de apencar con todo por una calderilla. Por un vino, o porque se dejaban convencer. Y los que más se arrastraron siempre, son los que ahora protestan, más, de los anteriores. Uña y carne eran, hasta que formaron ya el partido de CIUDADANOS, y si te he visto no me acuerdo. Si he firmado, si he bebido vinos a vuestra costa, ni acordarse ya. Algún pacto debió haber con el cambio de vara municipal. El PP se quedó con dos, los más jóvenes; y Chema, que era parte indivisible de Santi, que le podría haber aconsejado mejor, la verdad. No le interesaba dar consejos sino pasar al mundillo político. Hay que buscar los orígenes y así, ver cómo efectivamente, mientras que mandó el PSOE, nunca hizo oposición en grupo, sólo uno. Tierra Comunera, solo úno. Democracia Nacional, era equipo de gobierno. Y cuando únicamente se ha visto oposición ha sido en el anterior mandato. A dos que les dejan solos, y me parecía que estaban en desventaja. Como encima, desde el primer día, que dije lo que pensaba al respecto, y lo escribí, me echaron los perros, seguí escribiendo con más ahínco, que si antes no me informaba nadie, después me informaron ellos. Al principio, porque luego no necesitaba que nadie me informara sino yo de primera mano, oía y escribía lo que se decía. Así os puedo decir, 30, años... para nada, yo aquí ya llevaré 36 en agosto.