Con mucha serenidad fui al Ayuntamiento después de comprar el pan al cabo de unos días, y quería hablar con la secretaria sobre el suceso aquel, y expresarle mi opinión y mi forma de ver las cosas. Llegué y también estaba la señora alcaldesa, y me dije," pues a las dos se lo diré". Que me pareció una falta de respeto hacia su compañero concejal, aunque fuera de la oposición, ya que a mi forma de ver,él lo que hizo, que lo explicó ampliamente no lo hizo con ánimo de incumplir normas de ningún tipo sino de controlar una actividad que creía no se estaba desarrollando como tendría que haber sido.
Que se pueden hacer fotos y no por ello quiere decir que la foto haya salido, que sucede muchas veces que enfocas y la foto no sale, que en la foto se puede hacer un borrado de caras, si se trata de niños y los padres no dan la autorización, y que si no se sube a ningún lado, eso no quiere decir nada.
Pues sí, erre que erre, que lo que hizo podía hasta rozar el delito. Y ya como yo iba a defender a una persona que me parecía bien hacerlo, porque además les hice la consideración que ese partido tenía mis respetos porque además era el que más votos tuvo. Que si no hubiera sido por el pacto con la socialista, ella ni sería alcaldesa y menos diputada... Le debió sentar fatal que yo fuera con tanta franqueza, dando la cara, etc... porque entonces ya insinuó que yo que hacía videos en la iglesia, si no pedía permiso, igual me podrían denunciar los padres. Que lo que hacía era muy bonito pero que me podía buscar problemas. Le dije que el último video de la niña a la Virgen de las Aguas, sí había pedido permiso, pero que lo iba a tener en cuenta en adelante. Y ya no se me va a ocurrir subir más videos religiosos porque tal y como están las cosas...
No, no me denunció ninguna madre por videos, pero sí ella, la señora alcaldesa por mis escritos en facebook, y me citó para un acto de conciliación para que retirara mis escritos que le habían ofendido. Ella no vino a mi, particularmente a decírmelo, sino que me lo expuso con una denuncia en el Juzgado de Paz. Con una abogada y una procuradora, con el secretario del Juzgado de Paz y con la Jueza de paz, del momento.
Ante eso, yo también acudí al Juzgado con un abogado a ver qué podíamos conciliar. Sus respresentantes legales acusadores no se movieron un ápice de lo planteado. Y el mío, tampoco. Total que de lo que se trataba era de amedrentarme por lo que se ha visto, envestida de tanto poder que su orden era la de que yo claudicase, y públicamente dijera que lo que decía era falso. Y no, su señoría, lo que yo decía era más cierto que el evangelio. Por lo tanto yo no me iba a desdecir de mis escritos, que siguen ahí, y yo también sigo escribiendo y expresándome como me parece oportuno. No está prohibido.
Que se pueden hacer fotos y no por ello quiere decir que la foto haya salido, que sucede muchas veces que enfocas y la foto no sale, que en la foto se puede hacer un borrado de caras, si se trata de niños y los padres no dan la autorización, y que si no se sube a ningún lado, eso no quiere decir nada.
Pues sí, erre que erre, que lo que hizo podía hasta rozar el delito. Y ya como yo iba a defender a una persona que me parecía bien hacerlo, porque además les hice la consideración que ese partido tenía mis respetos porque además era el que más votos tuvo. Que si no hubiera sido por el pacto con la socialista, ella ni sería alcaldesa y menos diputada... Le debió sentar fatal que yo fuera con tanta franqueza, dando la cara, etc... porque entonces ya insinuó que yo que hacía videos en la iglesia, si no pedía permiso, igual me podrían denunciar los padres. Que lo que hacía era muy bonito pero que me podía buscar problemas. Le dije que el último video de la niña a la Virgen de las Aguas, sí había pedido permiso, pero que lo iba a tener en cuenta en adelante. Y ya no se me va a ocurrir subir más videos religiosos porque tal y como están las cosas...
No, no me denunció ninguna madre por videos, pero sí ella, la señora alcaldesa por mis escritos en facebook, y me citó para un acto de conciliación para que retirara mis escritos que le habían ofendido. Ella no vino a mi, particularmente a decírmelo, sino que me lo expuso con una denuncia en el Juzgado de Paz. Con una abogada y una procuradora, con el secretario del Juzgado de Paz y con la Jueza de paz, del momento.
Ante eso, yo también acudí al Juzgado con un abogado a ver qué podíamos conciliar. Sus respresentantes legales acusadores no se movieron un ápice de lo planteado. Y el mío, tampoco. Total que de lo que se trataba era de amedrentarme por lo que se ha visto, envestida de tanto poder que su orden era la de que yo claudicase, y públicamente dijera que lo que decía era falso. Y no, su señoría, lo que yo decía era más cierto que el evangelio. Por lo tanto yo no me iba a desdecir de mis escritos, que siguen ahí, y yo también sigo escribiendo y expresándome como me parece oportuno. No está prohibido.