Cada vez que voy a Tartales, es un soplo de aire fresco, energía renovadora. Hasta hace bien poco disfrutaba aún más, ayudando a mi abuelo Antolín Del Moral que en paz descanse, vecino de Tartalés. Es una pena que los años no pasen en valde, gracias a Díos he podido disponer de 23 años de enseñanza de mi abuelo. Todos sus conocimientos y recuerdos : setales, fincas, cucharas, chistes, cánticos, partidas y un largo etc...En fin esto es como un homenaje a mi abuelo. Seguiremos tus tradiciones y siempre te llevaré en el corazón. Para mi abuelo, de su nieto mayor.