Terradillos, funte de paz, tranquilidad y sosiego. Alli descanso mis cansados huesos del agobio de
Madrid. Sus gentes amables y cordiales nunca te negaran un saludo, una conversación y si se tercia un trozo de
pan con chorizo. La nobleza, sencillez y cordialidad de sus gentes y el verdor, frescura y belleza de sus
paisajes hacen de este vallecito un ricon ideal para perderse. Es una lastita que siempre Deva volver a mi vida cotidiana. Un HURRA por Terradillos.