Está dedicada a
Santa Eugenia. Tiene una
portada románica y en su interior destacan un artesonado y la
pila bautismal.
Se encuentra dentro del primer tramo del
río Arlanza y junto al muro de contención de la presa de
Castrovido que ha cambiado el
paisaje de este
pueblo. Encaramada en lo alto de una ladera está la
iglesia de trazas románicas con
torre cuadrada posterior;
ábside rectangular
románico y portada románica con fustes,
capiteles de
fauna, una archivolta lisa y ajedrezado. La iglesia, dedicada a Santa Eugenia, es de una nave románica, en parte, con
arco toral y artesonado en cabecera. El
retablo mayor es barroco con Santa Eugenia,
San Sebastián y pinturas, del s. XVI., de San Fabián, San Roque, cuatro Evangelistas; y, en el sagrario, San Pedro, el Resucitado y San Pablo. Aparte, hay un Crucificado de cofradía,
Virgen sedente con Niño, s. XIV., Inmaculada pequeña y varios
santos, como dos San Francisco, San Roque, santa con libro, Santa Catalina y San Pantaleón; algunas de estas piezas procedentes del
monasterio de Alviente. En orfebrería,
cruz de gajos con remate de bolillos; otra de cobre, de un evangeliario, s. XII., depositada en el
Museo del Retablo. Llama la atención la pila bautismal, de rica decoración, es románica con gallones, cenefa vegetal, anillo entrelazado y base cuadrada con arquitos; todo sobre doble meseta circular.
Ha tenido tres
ermitas de San Francisco, San Pantaleón y Santa Cristina que ahora están en
ruinas.