Al norte de la provincia de
Burgos se encuentra la localidad de
Tobera, allí se puede ver uno de los conjuntos históricos más característicos de las Merindades, la
ermita de
Santa María de la Hoz, la ermita del
Cristo de los Remedios y el antiguo
puente medieval de origen
romano que salva el
río Molinar, con permiso del puente natural de Puentedey, este conjunto histórico-
artístico es uno de esos
rincones que no te debes perder en un viaje por las Merindades.
La Ermita de la
Virgen de la Hoz se sitúa en uno de los parajes con más encanto de la comarca de Las Merindades al norte de Burgos, en pleno
parque natural de
Montes Obarenes-
San Zadornil se encuentra este conjunto de
ermitas encajonadas en el cortado rocoso que ha horadado a capricho el río Molinar con el paso de los milenios, un desfiladero que ha servido como
vía de comunicación hacia los
puertos Cántabros y donde hubo una antigua calzada
romana, justo donde se abre el desfiladero se encuentra la localidad de Tobera.
Allí hay un pequeño
aparcamiento al margen derecho de la
carretera BU-504 para poder visitar este conjunto de ermitas y hacer el
Paseo del Molinar, un recorrido turístico que recorre todas las
cascadas que cruzan la pequeña localidad de Tobera.
El puente es el lugar elegido por los visitantes para hacerse la
foto de rigor, un puente sencillo de un solo ojo del que se conserva nada más que el tablero y que se le conoce como puente romano, aunque la estructura que actualmente se puede ver es de origen medieval, se cree que es de origen romano por la calzada romana que atravesaba el desfiladero del río Molinar por los montes Obarenes.
Junto al puente se encuentra la pequeña de las ermitas, un sencillo humilladero o
capilla de Ánimas del siglo XVII llamada ermita del
Santo Cristo de los Remedios, desde la verja exterior se puede observar la imagen del Santo Cristo Auxiliador y la muda de una serpiente
gigante bajo sus pies, según cuenta una leyenda, un mensajero de la reina que pasaba por aquí se vio sorprendido por una serpiente de considerables dimensiones y el
caballo que cabalgaba se desbocó y cuando iba a perder de la vida rezó al Cristo de los Remedios y milagrosamente se salvó, así que en agradecimiento mandó construir esta pequeña ermita.
La ermita de Santa María de la Hoz tiene su origen en el siglo XIII, aunque seguramente se edificó sobre un templo anterior, es un bonito templo de transición del
románico al
gótico edificada con toba calcárea, una
roca caliza muy porosa y muy abundante en esta zona, de ahí el topónimo de Tobera, esta roca se utiliza como relleno para los sillares, dovelas y entramados de madera de las plantas superiores de algunas
casas del
Valle de la Tobalina.
La ermita tiene una sola nave y una pequeña
espadaña a sus pies para albergar las
campanas, también un gran
pórtico que resguarda una sencilla
portada con cuatro arquivoltas apuntadas en las que se conservan relieves de la época y algo de policromía, toda la ermita está rodeada por pequeños
canecillos, cada cual diferente y sinceramente es digno de pararse a deleitarse con los pequeños detalles que albergan estas bonitas ermitas, pena que no se pueda visitar su interior, tan solo durante la
romería de La Toberilla en el mes de julio, que se abre la ermita a sus visitantes.