A muy poca distancia se radica la otra
ermita del lugar si bien por su tamaño es habitualmente considerada como un ‘humilladero’ dedicada a los caminantes y se conoce como el
Santo Cristo de los Remedios. Al igual que la anterior, su construcción -fijada en el siglo XVII- se realizó sobre otra previa y tiene una característica que la hace distintiva al considerarse como cierto un origen legendario. Según la
tradición en este lugar un
correo real cruzaba el peligroso paso cuando una enorme serpiente salió al paso del
caballo que montaba.