El surgimiento de esta localidad se debe en parte a su estratégica situación, al ser, este desfiladero, una importante
vía de comunicación por donde transcurría una antigua calzada
romana que unía La Bureba burgalesa con los
puertos del Cantábrico. Esto, unido a la fuerza motriz del
río en su precipitado descenso, que era aprovechada para el funcionamiento de unos
molinos -razón también del nombre del río-, permitieron a
Tobera prosperar.