Las
campanas y su toque manual ya Patrimonio de la Humanidad, la
nieve que está por llegar, dicen que posiblemente hoy, todo y más
por Pedro Lozano
Huerta
Cercano al curso del
río del Laurel, afluente del Cubillo, en su margen derecho, pero en una altura, a corta distancia de la
carretera Nacional I, hacia el este, a la que le une un corto tramo de carretera, en terreno desigual, se encuentra situado
TORRECILLA DEL MONTE, a 10 km de
Lerma y 31 de
Burgos. Le prestan límites y compañía
Quintanilla del Agua,
Mecerreyes en la lejanía,
Madrigal del Monte,
Madrigalejo del Monte,
Villamayor de los Montes,
Villalmanzo y
Santa Inés.
En la documentación del
monasterio de
Santo Domingo de Silos encontramos su nombre escrito por primera vez el 29 noviembre de 1233, como “Torreciella del Monte” y el Marqués de la Ensenada recoge en su célebre Catastro las declaraciones de sus pobladores en 1752, que afirmaron pertenecer al mismo tiempo –pagaban tributos a los dos– al rey y al señorío de la ciudad de Burgos.
Contaba con 148 habitantes en el año 1848, según consta en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz 211. En sintonía con la inmensa mayoría de los
pueblos de la provincia, creció en la segunda mitad del siglo XIX hasta llegar a 251 personas en el año 1900. Comenzó a descender en la dura primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 249 habitantes. Y los embates de la emigración de la segunda mitad del siglo han hecho que lo termine con 62 personas en el año 2000