Yo ttambien soy de Gumiel y hoy estoy recordando cuando de pequeños ibamos aSan Pedro Regalado, lo ppasabamos genial comiendo en la pradera......
San Pedro Regalado... qué tiempos aquellos en los que sin pensarlo, ibas temprano, a tirar la manta al suelo y pillar un trocito de parcela sobre la hierba que sujetabas con cuatro
piedras. Después llegaba el resto, cuando ya habías entrado en el
Santuario para ver, que las paredes repletas de cuadros, continuaban cubriendo los desconchones del tiempo. Qué tiempos, de pantalones cortos de cuadros y de tener a la
familia al completo... Ya no voy. No me queda nadie.