Me vienen a la cabeza recuerdos maravillosos de muchos
veranos que pase en Gumiel. La arboleda, el
puente,
San Juan, la
cruz del viso, la cuesta de los moros, el
fronton, el lagar del Chichi, el
castillo... Y como no, el
huerto de la Pitira, que con tanto interes proteguia tarde tras tarde.
Lastima que muchas cosas hayan cambiado, pero en parte estoy encantada porque desde el año pasado, mi hijo, descubrió tambien el
pueblo, y desde entonces no quiere saber nada de
playas ni
montañas ni demás,
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