La
Ermita De La
Virgen De La Peña se encuentra en
Tosantos en la comarca de los
Montes de Oca, partido judicial de Briviesca y a 42 kilomentos de
Burgos capital.
La localidad de Tosantos es citada por primera vez en documento del 6 de abril del 972 (perteneciente a
San Millán de la Cogolla) en una donación de los hermanos Tello y Vela Gutiérrez a
San Miguel de Pedroso, con propiedades en Torsanctos o Tolsanctos. Es posible que el actual complejo rupestre de Tosantos datara bien de esta época o bien de un momento anterior al igual que otros cercanos como los de
Belorado o
Cerezo de
Río Tirón.
Por lo tanto puede ser razonable pensar que existió aquí una comunidad eremítica en la Alta Edad media. Con el tiempo únicamente se conservó en uso la cavidad principal que se transformo en
iglesia parroquial.
La
arquitectura de la actual construcción es de los siglos XVI y XVIII. La
fachada del siglo XVI, fue ampliada con un
campanario construido en el siglo XVIII,
Es una ermita excavada en el interior de una
montaña, sin que tenga al exterior más que la fachada. Hecho que da pie, sin duda, a que algunos libros o folletos turísticos dedicados al
camino de Santiago señalen al
pueblo de Tosantos como digno de visitarse por su ermita rupestre.
Del interior de la Ermita, tal como hoy se encuentra, podemos decir que es pequeño templo con
ábside o
capilla principal, su crucero, su cuerpo central y su pequeño
coro, con una longitud total de unos 16 metros y una anchura media de unos 7 metros. La altura media abovedada en su crucero, es de unos 5 metros y en su cuerpo central, formando todo él una
cúpula, mide unos 6 metros. La capilla principal está separada del resto del templo por una verja de hierro, de noble hechura, y en ella se encuentra el
altar y el
retablo con el camarín que guarda la imagen. El retablo es de estilo barroco, con fino labrado y brillante dorado. Es digno de mencionar, que fuera de la verja y franqueando el altar mayor, hay dos
altares con sus respectivos
retablos, que son del mismo estilo y tienen la misma riqueza.
El exterior de la ermita tiene una pequeña fachada, formada por un hermoso
arco del renacimiento y en su parte alta una especie de
espadaña con sus huecos para dos
campanas, de buen tamaño, que enriquece la ermita y anuncian los cultos que en ella se celebran. Una de ellas, es la
campana llamada de la Virgen, por corresponder a la que, según la
tradición, acompañaba la imagen en el tiempo de su hallazgo. Hay
señales de
cuevas a su alrededor, morada de personas que en calidad de ermitaños, vivían para dar culto a la Virgen.