¡Qué recuerdos! lo que era el baño en la isla. Años 70.
En el margen izquierdo del
río Nela, ya muy próximo a su desembocadura en el Ebro, junto a la
vía del antiguo ferrocarril “Santander-Mediterráneo”, en la
carretera que conduce de
Oña a Medina de Pomar, sirviendo de punto de partida a otra que parte hacia Miranda de Ebro y otra hacia Bilbao por la Peña de Angulo, en terreno desigual, encontramos a
TRESPADERNE, a 24 km de Villarcayo y 75 de
Burgos.
Son sus vecinos
Palazuelos de Cuestaurria,
Virués,
Santotís,
Arroyuelo,
Nofuentes,
Mijangos y
Tartalés de Cilla.
Encontramos su nombre escrito por primera vez el 24 junio de 1035 en la documentación del
monasterio de
San Salvador de Oña y, según declaraciones
de sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, pertenecía al mismo tiempo al rey y al abadengo del monasterio de San Salvador de Oña.
Según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico, habitaban el lugar 213 personas en el año 1848. Desconozco el número de sus habitantes en el año
1900, aunque, supongo, que, en línea con la inmensa mayoría de los
pueblos de la provincia, experimentaría un notable crecimiento y en 1950, pasada la dura primera mitad de siglo XX, presentaba un censo de 540 personas. Y, al revés que casi todos los pueblos de la provincia, en la segunda mitad del siglo se ha constituido como centro de la comarca y lugar turístico, manteniendo 883 habitantes en el año 2000