Ofertas de luz y gas

La Sangría, TRESPADERNE

La Sangría.
En los días calurosos del verano no hay nada mejor que una bebida fresca y muy fácil de preparar.
Si tienes invitados en casa quedarás fenomenal, pero recuerda que es una bebida alcohólica, por eso de los niños y las personas que no pueden tomar alcohol.
Esta bebida se cree que su creación data de tiempos muy antiguos, cuando los vinos eran endulzados con frutas. Su nombre se relaciona con el color del vino tinto, ya que es similar al color de la sangre. Hay muchos países que se arrogan el origen de la sangría, pero la UE solo permite usar el nombre de “Sangría” en Portugal y España, por lo que si se comercializa esta bebida, únicamente se puede utilizar este término si se ha producido dentro de la península Ibérica.
Se acostumbra preparar en una jarra grande de vidrio para que se puedan observar fácilmente todos los ingredientes (aunque hay lugares que lo hacen en jarras de barro).
Como en todas las recetas “cada maestrillo tiene su librillo”, es decir, que cada cual tiene su particular forma de prepararla y sus ingredientes. Os dejaré la receta de cómo la elaboro yo, por si alguno de vosotros no ha probado nunca una buena sangría casera, que es la que aprendí de mis padres, y éstos, a su vez, de mis abuelos.
Ingredientes:
1 botella de un litro de vino tinto.
1 limón.
1 manzana.
1melocotón.
Azúcar.
Refresco de gaseosa o de limón.
Elaboración:
Se cortan en trocitos pequeños el limón, la manzana y el melocotón, y junto con unas tres cucharadas de azúcar se echa todo en una jarra de vidrio donde hemos puesto el vino. En lugar de una pieza entera de manzana, limón y melocotón se puede poner media pieza de cada, pues reconozco que soy bastante “generoso” con la fruta, jeje.
Se menea todo un poco con una cuchara de madera.
Ya veis que se elabora en apenas cinco minutos, pero…el secreto es que... yo la dejo macerar y reposar en el frigorífico durante 24 horas (cubriendo la jarra con una tapadera no hermética).
Si hacéis la sangría y os la tomáis a continuación, la fruta no habrá impregnado de aromas al vino ni se habrá macerado en él, por lo que el intercambio de sabores entre la fruta y el vino no se producirá. Si miráis alguna receta por internet, os recomendarán tomarla cuando hayan pasado de dos a tres horas desde su preparación. Yo, espero un día…y me gusta más. La sangría es una bebida con sabor a fruta, no lo olvidéis.
Es conveniente que las frutas estén un poco duritas. Hay quien también pone plátanos o peras, que le dan muy buen gusto, pero en el proceso de maceración esta frutas, al ser más blandas, se suelen deshacer. Lo dejo a vuestro gusto.
Cuanto mejor sea el vino, mejor estará la sangría, pero tampoco hay que volverse loco y usar un vino de reserva, simplemente utilizad un vino que os guste y no sea muy caro.
Pruébala, y si no está lo suficientemente dulce, agrega más azúcar.
Antes de servir, y aunque esté fría la sangría después de un día en el frigo, coloca un cubito de hielo en una copa y después casi llena la copa con la mezcla que preparaste, y si se desea, se puede añadir un poco de bebida tipo gaseosa azucarada o un refresco de naranja o de limón, (conviene añadirlos en el momento de servir para que conserven su gas).
Se aconseja servir con una cuchara de palo dentro de la jarra para evitar que caiga la fruta o se derrame un poco la sangría, también nos vendrá bien para remover de vez en cuando.
Os aviso que como la probéis (sin pasarse y con moderación), caeréis rendidos porque es: deliciosa.