Mural de Arte Rural - Zorro pintado en el lateral del ayuntamiento, TRESPADERNE

Trespaderne por su privilegiada ubicación ha sido desde la época prehistórica un punto importante en la zona. Por su estratégica situación en la desembocadura del desfiladero de la Horadada, en una zona bañada por las aguas de los tres ríos más grandes de las Merindades, el Ebro, el Jerea y el Nela y por ser un importante cruce de caminos, ha hecho de esta localidad un lugar importante a lo largo de la historia.
Los datos más antiguos de “Transpaternum” proceden de un documento fechado en 1052, aunque pocos años después la mayor parte del pueblo era donado al Monasterio de Oña y durante siglos formó parte de la Merindad de Cuesta Urría.
La villa de Trespaderne creció en torno al puente medieval que permitía cruzar el Nela, construido a finales del siglo XII, testigo de la importancia que tuvo Trespaderne en el comercio medieval, pero es en el siglo XVIII cuando la localidad más prospera.
El caserío de Trespaderne ofrece junto algunas construcciones populares como la fuente lavadero y varias casas en las que se aprecia la arquitectura popular, otras con un carácter más noble como la Casona del Priorato del siglo XV, la casa de los Condes de Revilla y el palacio de la familia Fernández de Campo construida en el siglo XVIII. Destacar la iglesia parroquial de San Vicente mártir del siglo XVII y la ermita de la Encinilla.
Su entorno conforma un paisaje extraordinario, con la Sierra de La Tesla, el desfiladero de la Horadada y debido a la belleza de sus paisajes se convierte en un centro ideal para el turismo rural y el senderismo.
El carácter acogedor y cordial de sus gentes se manifiesta en la cantidad de fiestas y eventos que se celebran a lo largo del año