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Torre campanario de su iglesia dedicada a San Pedro, TREVIÑO

Sus habitantes celebran su fe en una iglesia dedicada a San Pedro, de una nave con capillas en cruz latina y ábside poligonal al exterior, toda ella abovedada.
Tiene, además, otras dos capillas. Su ábside es rectangular, rodeado por las sacristías. La portada, la joya del edificio, es románica, del siglo XIII avanzado, de arco apuntado, con seis columnas a cada lado con capiteles de decoración variada, lo mismo que las arquivoltas. Las jambas de la puerta, adintelada, están también decoradas y el tímpano queda liso, sobre el que hace poco han colocado un medallón redondo. Está protegida por un alto pórtico, con gran arco de medio punto moldurado, protegido por dos grandes pilares cilíndricos, con bóveda nervada, y que se prolonga hasta los pies del edificio con una galería porticada con grandes arcos de medio punto. La torre domina por su esbeltez el edificio y el pueblo. Es de planta cuadrada, bien construida, con pilastrones moldurados en las esquinas en el primer tramo rematado por cornisa volada y balaustrada. El cuerpo de las campanas es octogonal, con huecos en los ocho lados (algunos cegados) con tres campanas y rematado en arquitrabe y cornisa. El tercer cuerpo, también octogonal, va reduciendo el tamaño y tienen óculos en cada lado y termina en una cúpula ovoidal y una linterna cilíndrica con columnitas y huecos y rematada en una bola.
A la pila bautismal se llega por un arco ojival. Es románica del siglo XIII, con hermosa decoración vegetal, apoyada en pie cilíndrico. Y el retablo mayor es churrigueresco, de buenas proporciones y valiosas imágenes. En uno lateral, también churrigueresco, hay una bella imagen del Crucificado con un brazo desclavado,
del siglo XVI. Y en otro, una imagen de Santa Lucía del siglo XVI.
Tiene coro con sillería de nogal.
En el exterior, en el ángulo sureste, presidiendo la plaza hay una hermosa imagen de la Virgen Blanca, gótica del siglo XIII, en bella hornacina con doselete y peana góticas y flanqueada por medias columnas con ménsulas y capiteles decorados.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1500, siendo los cuartos más antiguos de la provincia.
En 1453 el rey Juan I de Castilla creó el título nobiliario de Conde de Treviño, que se mantiene en la actualidad.
Tuvo cinco parroquias –San Pedro, San Juan Bautista (que hoy queda como ermita, con base gótica), San Miguel, Santa María y Santo Tomás –; y había ocho ermitas.
Quedan los restos de un castillo medieval, derruido en 1839 en las guerras carlistas. Quedan también restos de murallas.
Los Manrique de Lara edificaron un palacio señorial en el siglo XVI, parte del cual es ahora ayuntamiento.
Quedan también dos yacimientos arqueológicos del Calcolítico, uno de ellos con restos Medievales.
Por sus tierras pasaba la calzada romana “Ab Astúrica Burdigalam”.