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el haya, TURRIENTES

HAYA DE TURRIENTES
Al norte de los Montes de Oca, muy cerca del casi abandonado pueblo de Turrientes, se localiza un bello y centenario ejemplar de haya, una de las más cercanas a la capital burgalesa y sin duda la más veterana. El otoño es la mejor época para acudir a visitarla.
El haya de Turrientes es un testimonio vivo de la antigua dehesa que cubría las laderas del río Romancho, en su mayoría con grandes y centenarios ejemplares, que vegetaban a la vera de muchos de los pueblos de la comarca.
El paso de los años y la mano del hombre con sus habituales podas, han modelado un árbol de fuerte personalidad. En su gruesa base, con más de 6 m. de perímetro, se marcan una serie de contrafuertes que semejan poderosas columnas que sostiene la enorme masa vegetal.
Justo donde culmina esta especie de pilar, arranca un conjunto de ramas laterales que se abren creando una amplia red, en forma de gigantesca copa, que protege a la centenaria haya a modo de fantástico ser de cien brazos.
Para rematar el conjunto, del centro se alza un tronco que, como un coloso lígneo repleto de muñones y recovecos, alcanza los casi 20 m de altura. Este auténtico monumento natural —incluido entre los 111 árboles singulares de la provincia de Burgos— merece todo tipo de protección.
CÓMO LLEGAR
Hay que salir de Burgos por la A-1 y tras pasar Rubena desviarse por la BU-701 con dirección a Barrios de Colina. Unos kilómetros después, se alcanza Cerratón de Juarros y el estrecho ramal asfaltado que termina en el semiabandonado Turrientes. Justo a la entrada del pueblo, a mano derecha, sale el camino que permite llegar, en un cómodo y corto paseo de apenas un cuarto de hora, hasta uno de los árboles con mayor personalidad, por su longevidad y curiosa forma, de la provincia de Burgos.