Tiene su
iglesia dedicada a la Purificación de Nuestra Señora y es renacentista con restos románicos, de una nave con
capillas en
cruz latina. Su
ábside es rectangular con contrafuertes. La
portada es
románica, apuntada, con arquivoltas, fustes y
capiteles sencillos. Y la
torre es cuadrada, aunque en principio fue
espadaña, con remate de canes lisos en
alero y pináculos con bolas, con contrafuertes y dos
campanas.
La
pila es románica, de copa lisa, con pie cilíndrico con moldura y base circular; y el
retablo mayor, barroco, es de Melchor
Río, Cristóbal Bañuelos y F. Antonio Munar, en 1700. En otro, barroco, hay un Crucificado del
siglo XIV.
Tiene un
púlpito de
piedra con casetones en rombo.
Sus libros parroquiales comienzan en 1634.
Había una
ermita dedicada a
San Esteban, que fue vendida y ahora es vivienda.
En 1946 nace Tomás Arroyo Crespo, profesor, afincado en Pamplona, que ha escrito un libro sobre el
pueblo.
Sobre unas
rocas elevadas queda la torre del
homenaje de un
castillo de planta octogonal, levantado por los Zúñiga a principios del siglo XV, sobre otro anterior, del que hay noticias desde Fernán González.
Quedan restos de una calzada
romana y hasta hace cincuenta años había también un
puente.
Está, además, catalogado otro yacimiento arqueológico, posiblemente
Medieval.
Dos hijos del pueblo, el Hermanono Timoteo y el Hermano Salvador tienen introducida la causa de beatificación por martirio, al ser asesinados con el grupo de Hermanos Gabrielistas de San Vicente de Montalt (
Barcelona).