Éste distinguía a Rodrigo Díaz con su predilección y amistad de tal manera que lo nombró alférez de todo su ejército. Así creció Rodrigo y se convirtió en guerrero muy fuerte y Campeador (1) en el palacio del rey Sancho. En las batallas que el rey Sancho libró con el rey Alfonso en Llantada y Golpejera, donde le venció, Rodrigo Díaz llevó el pendón real del rey Sancho y se destacó y sobresalió entre todos los soldados de su ejército.
Cuando el rey Sancho puso cerco a Zamora, se dio el caso que
Rodrigo Díaz, luchó solo contra quince soldados del bando contrario que le atacaban, siete de los cuales iban armados con lorigas; de éstos mató a uno, hirió y derribó en tierra a dos, y a todos los demás los puso en fuga con ánimo decidido. Después luchó con Jimeno Garcéz, uno de los mejores de Pamplona, y le venció. Luchó también con igual suerte con un sarraceno en Medinaceli al que no sólo venció sino que mató.
Cuando el rey Sancho puso cerco a Zamora, se dio el caso que
Rodrigo Díaz, luchó solo contra quince soldados del bando contrario que le atacaban, siete de los cuales iban armados con lorigas; de éstos mató a uno, hirió y derribó en tierra a dos, y a todos los demás los puso en fuga con ánimo decidido. Después luchó con Jimeno Garcéz, uno de los mejores de Pamplona, y le venció. Luchó también con igual suerte con un sarraceno en Medinaceli al que no sólo venció sino que mató.