Cercano a la falda nordeste de la
Sierra de Tesla, en una
carretera que bordea toda la sierra desde Medina de Pomar a Trespaderne, a elevada altura
y en terreno desigual, hallamos a
URRIA, a 17 kilómetros de Villarcayo y 83 de
Burgos.
Le prestan límites y compañía
Mijangos,
Nofuentes,
Cebolleros,
Villamagrín, Val de la Cuesta y la Sierra de Tesla.
Encontramos su nombre escrito por primera vez el año 1185 en la documentación del
monasterio de
San Salvador de Oña y el Marqués de la Ensenada nos
ofrece en su célebre Catastro las declaraciones de sus pobladores en las respuestas generales en 1752, afirmando que pertenecían al rey y al abadengo
del monasterio de San Salvador de Oña, ya que eran regidos por un alcalde nombrado por el abad de dicho monasterio.
Su población ascendía a 123 habitantes en el año 1848, si creemos al dato que nos ofrece Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Como la inmensa
mayoría de los
pueblos de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 184 personas. Comenzó su descenso en la dura primera mitad del siglo XX y contaba en 1950 con 160 habitantes. Y los persistentes embates de la emigración de la segunda mitad
del siglo lo han dejado reducido a 32 personas en el año 2000