Flora
Se halla en el área holártica; en una zona de transición entre el dominio bioclimático5 y región biogeográfica eurosiberiana y mediterránea por lo que hay especies pertenecientes a ambas. Tal situación coloca a esta zona en el límite peninsular entre las tierras húmedas con bajo índice de aridez y las del sur con más aridez y por tanto con más peligro de erosión pronunciada.
Su terreno es un área de diversidad litológica, propiciando hábitats y biotopos variados. La vegetación es muy variada aunque se puede agrupar en tres tipos: bosque de ribera, las laderas, y el páramo.
Lobo. En el
Valle del Rudrón aparece como nómada.
En el bosque de ribera se dan chopos, tilos, alisos, sauces, fresnos y numerosos arbustos y matas como aligustre, zarzamoras y otras.
En las laderas y
terrazas se debe subdividir las que están a la solana de las que están a la umbría pues recibirán una insolación y una pluviosidad diferente.
En las umbrías predomina el haya y roble.
En las solanas se generan biotopos propicios para el enebro común, la sabina negra, encinas y tejos. También aparecen plantas arbustivas como el guillomo, cornicabra y genista.
También se observa quejigo, avellano, espino albar, acebo, arce y saúcos. Entre los arbustos destaca el brezo, aladierno, endrino, agracejo, madreselva, aulaga y gayuba. También hay diversidad de plantas olorosas como el tomillo, orégano, hinojo y espliego.
Ya en el páramo predomina la carrasca junto a otras variedades arbóreas producto de la degradación forestal como consecuencia de las cortas llevadas a cabo hasta mediados de siglo XX para obtener carbón vegetal. Tal actividad se ha venido desarrollando durante siglos, por lo que siempre se efectuaba a través de un ciclo tanto vegetativo como antrópico que permitía el desarrollo del bosque y de esta actividad.
En general esta vegetación ha sido afectada por los diferentes aprovechamientos humanos tanto forestal como ganadero. Recordar que las cortas de leña era el combustible imprescindible para pasar los
inviernos en todas las
casas.