Amapola, VALDENOCEDA

La primavera (del latín primo vere, principio de la primavera1​) es una de las cuatro estaciones del año, sigue al invierno y precede al verano. La definición y duración de la misma varía, desde el punto de vista meteorológico, es propia de las zonas templadas y corresponde a un tiempo intermedio entre la estación fría, el invierno, y cálida, el verano. Desde la astronomía, comienza en el equinoccio de primavera, que corresponde al 20/21 de marzo en el hemisferio norte y 21/23 de septiembre en el hemisferio sur. En el calendario, la primavera corresponde a los meses de marzo, abril y mayo, o bien, septiembre, octubre y noviembre.

Esta temporada se identifica tradicionalmente con el renacimiento de la naturaleza, un aumento de las temperaturas medias, el deshielo, la floración de las plantas, el despertar de los animales en hibernación y el regreso de las especies migratorias. Estas características han hecho que sea usada como una metáfora de la renovación de la vida o de su primer desarrollo.

Sigue a la Estación lluviosa y precede a la Estación seca

Papaver es un género de plantas angiospermas, conocidas comúnmente como amapolas, que pertenecen a la familia Papaveraceae y que se distribuyen por Europa, Asia y Norteamérica.

Descripción

Las flores son alucinógenas, pedunculadas, terminales y solitarias y de capullo colgante. Tienen 2 o 3 sépalos, caedizos en la floración y 4-6 Pétalos, fugaces, de prefloración corrugada, a veces imbricados y de color rojo, naranja, amarillo, blanco o violeta. Los estambres son numerosos, con anteras subglobosas o elipsoides mientras el ovario no tiene estilo, sino un disco apical provisto de 3-18 estigmas radiales. El fruto es una cápsula de forma mazuda a subglobosa, unilocular, falsamente tabicada, casi siempre dehiscente por unos poros situados bajo el disco. Contiene numerosas semillas de 0,5-1,5 mm, reniformes, estriadas o reticuladas, más o menos alveoladas y de diversos colores. 1​2​3​
Campo de amapolas en Argenteuil, obra impresionista de Claude Monet, 1873.

Las amapolas silvestres de color rojo intenso, llamadas en francés ponceaus, han dado origen al nombre del color rojo vivo llamado punzó.