Durante casi veinte años pasé todos mis veranos en ese pueblo, en la casa que construyó mi abuelo Fortunato que soy capaz de intuir en las fotos, y que he encontrado por casualidad brujuleando por google, los recuerdos han vuelto como si estuviera pisando sus calles y quería agradecerselo a los que se han molestado y dedicado su tiempo a colgarlas de la red por todo lo que he recordado de un vistazo.