Su
iglesia está dedicada a
San Juan Evangelista; conserva restos románicos y de transición, pero su cuerpo principal es clasicista, de una nave, con pilastrones y
arcos de
piedra y
bóvedas de yeso. Su
ábside es
románico, con
columnas,
capiteles y canes lisos sin
ventanas (solamente una abierta posteriormente).
En un
alero conserva algunos canes (algunos historiados). Su
fachada de 1975 (observar
fotografía) conservaba una
portada románica de transición, apuntada ya, con puntas de diamante y dientes de
sierra en arquivoltas, tapiada, protegida con contrafuertes.
Y otra portada en uso, clasicista, con
arco del medio punto, con impostas y grandes dovelas. En diciembre de 1989 esa fachada se vino abajo, a excepción de la portada, y ha sido reedificada, abriendo la portada románica nuevamente, haciendo desaparecer la que estaba en uso y sustituyendo los
ventanales por dos graciosos conjuntos de estrechas ventanas sobre la portada, que luce ahora con todo su esplendor. La
torre es una airosa
espadaña de dos cuerpos, rematada en pináculos y
frontón, con tres huecos, dos
campanas y un campanillo.
La
pila es de copa, lisa y tiene el borde moldurado; y el
retablo mayor es clasicista, procedente de la
Catedral de
Burgos. En otro hay una
Virgen sedente con Niño del siglo XIV.
Los libros parroquiales dan comienzo en el año 1616.
Hay en el atrio de la iglesia grandes
cruces de piedra.
En 1871 nace José María Álvarez, dominico, misionero en Formosa y Japón, periodista y escritor.
En la actualidad ejerce con éxito la talla de la madera Isidro Presencio, natural del lugar y residente de
Los Balbases y Burgos.
Y están catalogados en sus tierras tres yacimientos arqueológicos posiblemente del Calcolítico (uno de ellos con posibles restos Tardorromanos) y otros dos posiblemente
Medievales