Está en posesión de una de las joyas arquitectónicas del
románico de nuestra provincia, en su
iglesia dedicada a
San Lorenzo, creada por doña Endesquina de Mena para los Caballeros de San Juan de Jerusalén a finales del siglo XII o primeros del siglo XIII en un románico ya avanzado, de una sola nave con
bóvedas, ya proto-góticas, y hermosos
capiteles románicos. Su
ábside tiene una profusa decoración de
columnas, capiteles,
arcos ciegos,
ventanales –ocho–
y
canecillos, con multitud de figuras. Tiene tres
portadas. Una a los pies, la principal y mejor decorada, con nervios, arquivoltas, columnas y capiteles; y otras dos laterales; sobre la del sur hay una hermosa galería porticada. Y la
torre es una
espadaña de dos cuerpos con tres huecos, dos
campanas y un campanillo. Recientemente restaurada.
La
pila es
románica en el suelo, con signos templarios.
Está catalogado además en sus tierras un yacimiento arqueológico posiblemente
Medieval (un
puente)