Su
iglesia, –situada a las afueras–, estaba dedicada a
San Juan Bautista y era de planta rectangular, de una nave. Su
ábside es también rectangular.
La
portada tenía
arco de medio punto, sencilla. Y la
torre es una
espadaña con dos huecos y sin
campanas.
Está totalmente vacía y en
ruina total y sus enseres recogidos.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1604.
Hubo en lo alto de la Sierrilla una
ermita dedicada a San Gervasio y San Protasio de la que quedan unos dinteles con arco de herradura decorada, recogidos en el
museo arqueológico de
Burgos.