Villaescobedo es una pequeña población situada sobre el páramo de la Pata del Cid, muy cerca del límite con la provincia de
Palencia, en la comarca de Valdelucio-Campóo.
Se halla solo a 18 kilómetros de Aguilar. El
pueblo, ubicado a gran altitud, goza de un clima extremo azotado por todos los vientos. El páramo se extiende muchos kilómetros en dirección N-NE. donde solo encontramos terrenos deshabitados y baldíos. También existen muchos túmulos, restos megalíticos enterrados del Neolítico, la mayoría de los cuales permanecen aún sin ser excavados.
La
cascada que visitamos se halla no muy lejos del pueblo y su acceso es bastante fácil.
Cueva de Villaescobedo, en la subida a la Lora Alta.
Cascada de toba en el Arroyo de
Mundilla.
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Se trata de una surgencia de origen kárstico mucho menos conocida que su vecina y gemela de Covalagua, que por razones de índole burocrática no se ha incluido dentro de los límites del espacio natural protegido de Covalagua y las Tuerces, aunque pertenece al mismo
paisaje y presenta los mismos valores dignos de conservar.
El manantial da origen al arroyo Mundilla, abastece a las localidades de Mundilla y Villaescobedo y varios kilómetros más adelante se une con el Arroyo del Reverdido y el
Río Valtierra, pasa Basconcillos del Tozo y las
aguas se sumen de nuevo en una cavidad con más de 3 km de desarrollo, la Cueva de Basconcillos (también llamada Cueva del
Agua y Cueva de los Moros), para resurgir en
Barrio Panizares, dando nacimiento al río Rudrón. El manantial de la Cueva de Villaescobedo, pues, pertenece a la
cuenca del Ebro, una más de las muchas curiosidades geológicas de la zona.
En la boca de la cueva se han formado
edificios tobáceos aún muy bien conservados, a pesar de los destrozos hechos en las captaciones de abastecimiento. En el interior, discurre un río subterráneo con varios kilómetros de desarrollo, por debajo del
campo de dolinas de la Lora Alta, actualmente en fase de exploración.