POZO DE
SAN INDALECIO
En las cercanías de
Villafranca Montes de Oca se encuentra la
ermita de Nuestra Señora de Oca, en cuyo interior se conserva una talla del siglo XII que representa la imagen de San Indalecio, el discípulo del Apóstol Santiago que según una antigua leyenda fue martirizado hasta la muerte por los
romanos. La leyenda asegura que en el lugar en que cayó derramada su sangre brotó un manantial con sus
aguas teñidas de rojo. Actualmente este lugar se conoce como el Pozo de San Indalecio y en las
piedras del fondo todavía se aprecian unas pequeñas motas rojas, semejantes a gotas de sangre. La realidad puede ser que estas aguas son muy ricas en hierro y las motas pueden ser causadas por su oxidación, pero la leyenda sigue alimentando la devoción por San Indalecio y la
Virgen de Oca.