Muy cerca de Villafranca Montes de Oca, en pleno Camino de Santiago encontramos el desfiladero abierto por el río Oca y que permitía el acceso al desaparecido pueblo de Alba. El entorno, repleto de alicientes geológicos, es ideal para las aves rapaces. También la historia resuena con los ecos de autrigones, romanos y visigodos. Incluso en la zona estaba la sede del obispado de Oca, matriz de la futura diócesis burgalesa.