Cada día que voy al pueblo siento mas tristeza, le veo con los ojos del otoño que nadie se a molestado en remediar. Las hojas muertas cubren las calles y se quedan pegadas por doquier dando esa sensación de abandono, y lo peor ¿Quien lo remediara? Si las personas que se preocupaban les fallan las fuerzas y también las ganas. Se que algunos pueblos no tienen remedio, yo pienso que falta ilusión y ganas de colaborar. Que pena